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España España · Málaga
Voto de Kaori:
3
Comedia Época de la Guerra Fría. C.R. MacNamara, representante de una multinacional de refrescos en Berlín Occidental, hace tiempo que proyecta introducir su marca en la URSS. Sin embargo, en contra de sus deseos, lo que su jefe le encarga es cuidar de su hija Scarlett, que está a punto de llegar a Berlín. Se trata de una díscola y alocada joven de dieciocho años, que ya ha estado prometida cuatro veces. Pero lo peor es que, eludiendo la ... [+]
18 de mayo de 2014
25 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
A lo mejor es que tenía un día de perros y por eso esta película de Billy Wilder, que creía propicia para alegrarme la tarde, me ha dejado chafada. O será que no, que es cosa de Wilder y no de mi mal humor.

«1, 2, 3» me la pusieron en mi clase de alemán como documento de una época y una cultura, pero lo cierto es que poco tiene de sensato esta parodia en la que apenas puedes sonreírte en un par de veces. El fallo es que los rasgos que se eligen, las características que se destacan de uno y otro lado, no crean una caricatura acertada, simpática, incisiva, inteligente y aguda. ¿Qué es eso de que no haya mujeres guapas en la Alemania oriental? ¿Qué trama es esa de los tres comunistas, que más estúpidos no pueden ser? ¿Con qué cara nos dice Wilder que las mujeres occidentales somos (o eran) así de frívolas, atontadas, cornudas e interesasdas?; vaya forma tan fina que tiene la secretaria de prostituirse. El comunista-idealista que lleva doscientos libros de equipaje (ya me gustaría a mi ver qué clase de libros son), es lo contrario al capitalista-ambicioso, que en occidente no somos tan cultos. Hacer gracia con la militarización de los alemanes, con su pasado de nazismo... delicado, ¿no? Puede hacerse, claro que puede hacerse, pero para ello hay que tener una visión más amplia de la Historia, no quedarse reducido a estereotipos vagos y no fiables; ser más arriesgado, más valiente, más divertido. El sentido del humor es un don, no una decisión.

La peli, que presume de ritmo, es muy pesada. El ritmo no es que muchos hablen mucho a la vez, ni que haya mucha gente en un mismo espacio. No ocurre nada relevante en una hora, y cuando empieza a ocurrir te vas dando cuenta de lo tonto que es todo y de lo mal que le van a ir las cosas a esa descerebrada de Scarlett y su querido Otto. Se supone que lo gracioso radica en ello, en juntar dos extremos, pero es que el guión se equivoca al retratar unos personajes tan inconscientes, sin motivo alguno, además, y ante cuyo futuro fracaso que prevemos aunque el final sea un happy ending, no podemos reírnos.

James Cagney posiblemente sea lo mejor de la película, con un personaje que nunca llega a caerte del todo bien. Crítica para nada imparcial y humor sin frescura ni perdurabilidad en una comedia olvidable.
Kaori
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