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España España · Málaga
Voto de Kaori:
6
Animación. Ciencia ficción. Fantástico. Infantil Lilo, una niña hawaiana que se siente sola, decide adoptar un "perro" muy feo al que llama Stitch, que podría ser la compañía perfecta si no fuera en realidad el fruto de un experimento genético que se ha escapado de un planeta alienígena y que ha aterrizado en la tierra por casualidad. Con su amor y su inquebrantable fe en el "ohana" (el concepto hawaiano de la familia), Lilo termina conquistando el corazón de Stitch y le ofrece algo ... [+]
18 de agosto de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué pueden tener que ver los extraterrestres con Hawái? ¿Qué relación puede existir entre un monstruito creado por un científico loco y una niña huérfana? Viendo «Lilo & Stitch» lo descubriréis.

Él es una especie de koala azul con cuatro patas, orejas enormes y muy malas pulgas. Ella una niña que vive con su hermana mayor y tiene tendencia a la travesura como vía de escape a su tristeza y soledad. Él viene huyendo de un destierro y una muerte segura, mientras que ella corre el riesgo de ser llevada a un centro de acogida. Aquí hay que decir que el verdadero protagonista es él, Stitch, este ser concebido para destruir y hacer el mal, aparentemente horroroso pero en realidad monísimo. Y es mono porque la mano del dibujante ha creado un cuerpo «blandito», unos ojos expresivos y brillantes, una cola peluda, unas patas redondeadas y una textura que transmite sensación de sangre, huesos y vida, en definitiva. El diseño de los humanos es, cuanto menos, personal, y a mi me gustan aunque sean narizotas. Todos transmiten verdadera calidez.

«Lilo & Stich» mezcla la ciencia ficción más moderna, su peor parte si de historia hablamos, con algo tan clásico como el amor, donde destaca, entendiéndose amor en un concepto amplio que envuelve a todas las personas y las hace mejores de lo que son. El Experimento 626 es considerado un monstruo sin sentimientos ni corazón, sin deseos ni emociones que no estén relacionadas con el mal. Pero un día conocerá a Lilo y a Nina, huérfanas, con problemas, a punto del más completo desastre familiar, y descubrirá que hay algo más que él no sabía, que la vida está llena de cosas maravillosas y buenas: padres y madres, hermanas protectoras, olas turquesas y playas doradas; Elvis Presley, trozos de tarta, fotografías debajo de la almohada, Hans Christian Andersen y Patitos Feos que encuentran quien les quiera. ¿Podrá él, piensa Stitch, tener también alguien que le quiera? Si es que se te saltan las lágrimas, no digáis que no.

Es una satisfacción encontrarse a estas alturas con una obra de hace apenas diez años donde los niños sean realmente niños, como Lilo (buenísimo el momento «préstame dos dólares»), donde no se recurra al humor adulto del peor gusto ni a las alusiones sexuales o escatológicas; donde la trama sea pausada pero no por ello menos simpática, donde el drama y las lágrimas coexista con la alegría, la esperanza y la felicidad, y donde, por encima de todo, se premie los buenos y sinceros sentimientos. Una segura recomendación para grandes y pequeños.
Kaori
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