Cameron nos transporta a Pandora no sólo para conocer a sus habitantes y lo crueles que podemos ser los seres humanos, sino tambien para hacernos ver que los sentimientos son universales y que pueden cambiar la historia de un planeta. La relación sentimental entre Jacke y Neytiri no puede ser más embriagadora y emocionante, hasta el punto de hacernos ver que nada es imposible...esa mágica escena en la que él,tumbado en el suelo, de carne y hueso, se encuentra cara a cara con ella y no importa el color de la piel, el tamaño, o los intereses políticos o sociales. Una verdadera muestra de humanidad y bondad que no tienes desperdicio. Podría ver cualquier película de ciencia ficción, y aunque me guste, nunca me hará sentir lo que Avatar ha conseguido. Transportarme durante más de dos horas a Pandora y convertirme en una habitante Na'vi más.