Carlos I, Carlos V, ha sido un personaje muy venerado en este país, identificándolo con una época de esplendor y gloria. Nada más lejos de la realidad. Fue mucho mejor rey Felipe II (denostado durante siglos, suele pasar en España).
El caso es que se le dedica una serie a este rey que nos metió en tropecientos berenjenales que ni nos iban ni nos venían (años después se escribiría El Quijote, fotocopia del carácter español) y así nos pasó.
La producción es de mucha calidad y más ó menos fiel a la Historia. El caso es que con pocos medios se logra una narración que didácticamente le explica al gran público lo que fue el reinado de Carlos.
Episodios poco valorados, como la rebelión de los Comuneros (un poco subjetivo desde el guión), y las relaciones con el rey de Francia y las coronas centro europeas y relaciones con el Papa...interesante.
La animación digital ayuda en escenas exteriores y recreación de batallas. Pero no se busca la espectacularidad sino la narración.
De una forma muy sutil introduce personajes muy transcendentes para las Españas, como Jeromín (Juan de Austria), o el infante Fernando (que tuvo muy mal fin).
Felipe II no sale muy mal parado y a su hermano Fernando (que bien nos hubiera ido con él), y a Margarita de Austria como piezas clave en la historia de Europa.
En contra: episodios muy largos, a veces perdía el ritmo y se centraba en la repetición una y otra vez de batallas y conflictos.
Simpático resulta introducir a Hernán Cortés (que como es habitual no sale muy bien parado en nuestro cine, para no variar) y más que ayudar, lo que hace es distraer de la trama.
Muy buena producción que al menos indaga en la Historia de nuestro país, que ya era hora.