Me gustan estas películas que endulzan sin empalagar y en las que el amor está por encima de todo. Me resulta difícil no enamorarme de Rachel McAdams en este papel, y estoy seguro que a muchos de vosotros os pasará lo mismo: es la parte más hermosa y utópica del amor.
Cualquiera pensaría que una historia con tintes fantásticos arruinaría la película, pero no, porque no hay ni un sólo efecto especial a este respecto. El planteamiento es el de las segundas oportunidades, el de volver de nuevo para elegir el otro camino que finalmente se muestra innecesario para finalmente hacernos ver que la felicidad está en vivir y disfrutar intensamente cada día como si fuera el último.