EL VUELO no es una historia de catástrofe aérea, si no una lucha interior contra las adicciones al alcohol, las drogas y la disyuntiva HEROE-ANTIHEROE. Es curioso que siendo así, lo mejor del film sea su primera media hora que es la destinada al desastre aéreo.

El metraje resulta bastante irregular y ligeramente excesivo, comenzando con una gran fuerza y grabada de una forma magistral por ROBERT ZEMECKIS, para a continuación, pasar a una dura historia sobre las múltiples adicciones del protagonista. Aquí radica el problema, que no es otro que tratando un tema tan conflictivo, falta dureza y se abusa de un excesivo puritanismo, siendo en exceso políticamente correcta. Además hay historias paralelas que están incluidas con calzador y que no llegan a introducirse idóneamente en la verdadera historia.

Caso aparte es la impresionante interpretación de DENZEL WASHIGTON, dando muestras de haberse trabajado el papel de una manera digna de mención. Los demás personajes realizan unos trabajos correctos, destacando las breves apariciones del camaleónico JOHN GOODMAN.

En resumen, EL VUELO contiene un muy buen guion original que al llevarse a la pantalla comienza con unas secuencias muy a destacar pero que después, a causa de su corrección, decae en un film más irregular de lo que se merecía en un principio, más si cabe, con la potentísima actuación que realiza el protagonista.