Es la tercera película de Medem que veo y creo que a la tercera va la vencida, me rindo. No lo soporto ni tengo por qué.
Lenta, pesada, pretenciosa, enrevesada...
Ni me ha entretenido ni he sacadado conclusiones claras en relación al argumento de la película. Se me han quedado muchas dudas que el director no me resuelve.
Hay directores que creen (y el Medem me da que es uno de ellos por las pelis que he visto) que porque mezclan lo onírico con lo real ya tienen la excusa para que no se entienda nada y encima se quedan tan panchos. Así no vale, eso es trampa o peor todavía, es hacer que los espectadores nos quedemos con cara de gilipollas delante de la pantalla sin saber por qué ni por qué no está pasando lo que estamos viendo.
Escenas de sexo que no sé a qué cuento vienen ni qué función tienen en la trama. Películas como ésta son las que le dan la fama que tiene el cine español y que después pagan justos por pecadores.
No me ha gustado la música que la acompaña (aunque no digo que sea mala), la ha hecho, si cabe, más pesada todavía.
Resumiendo: totalmente prescindible y olvidable. No aporta nada.