Porque por otra cosa no.
Llevo ya varios films vistos del tal Michell, y el tipo no para de cagarla una vez tras otra, porque buenas historias no le faltan, "Enduring love" tenía el punto suficiente de interés como para sacar petroleo de ella y "Venus" parte de una premisa de lo más estimulante, que el tipo este se encarga de estropear como ya ha hecho otras veces.
¿Y por qué? Porque, seguramente, el día que salió a relucir el concepto sutilidad en Barrio Sesamo este zángano se lo perdió y, a partir de entonces, sólo sabe desarrollar sus historias mediante lo que se podría denominar “sutilidad de pandereta”.
Primero en "Enduring love", puesto que destapaba bien pronto sus intenciones, sin dejar que el espectador pudiese indagar o sacar conclusiones por si mismo y lo echaba pronto a perder. Lo malo es que aquí juega con un tema mucho más peliagudo, y pronto mediante diálogos, secuencias y hechos también echa por tierra una temática que, afrontada de modo distinto, habría dado más de sí.
Pero claro, como este tío es un incompetente, pues pasa lo que pasa...

Y eso que Peter O'Toole no está nada mal, ni siquiera su acompañante, Leslie Phillips que, aunque en un principio se torna harto irritante luega muestra una compostura interpretativa fascinante. Realmente tiene madera, para qué negarlo.
También acompaña la banda sonora y un ritmo que en momentos ofrece el sosiego necesario a determinados momentos de lo más sugestivos.
Una nominación merecida, otra peli del Michell de los cojones sobrevalorada, para variar y como suele suceder con este tipo al cual parece han tomado por un cineasta de interés cuando lo único que sabe hacer es desaprovechar historias una tras otra.
Que aprenda el amigo Michell, que aprenda.