Historia con alto contenido morboso y dramático es la que rodea al desafortunado Lucas (Mads Mikkelsen). Un hombre demasiado modélico para una sociedad que no lo merece, que sin saberlo, se ve rodeado, de la noche a la mañana, por una pequeña comunidad de hienas, que en el pasado, dijeron ser sus mas sinceros amigos, educados vecinos o gentiles compañeros de trabajo. Cuando un día, una "inocente" niña; con una imaginación rayana en la fantasía mas escabrosa, unida a una alarmante falta de cariño por parte de sus progenitores, demasiado ocupados para ir siquiera a recogerla después del colegio, se le ocurre la fatal idea de acusar a su profesor favorito de abusos sexuales.

La razón de dicha acusación, viene dada por un inocente resentimiento por parte de la niña, que ante la actitud bonachona de Lucas; en un principio, cariñoso y amigable con la niña, ve ante sus ojos el temor de ser abandonada nuevamente por otra persona adulta, al rechazar un inocente regalo y un beso en los labios dado por la niña, como muestra de un afecto un tanto ilógico para su edad.

Influenciada por el ambiente grosero de su hermano adolescente y sus alocados amigos, que sin querer muestran alegremente una foto pornográfica de un falo sumamente erguido, que impresiona a una niña con la mente demasiado frágil para asimilar aquella imagen tan obscena.
Es ahí cuando se pone en marcha la maquinaria para acabar con la felicidad del modélico Lucas. Con un hijo adolescente que está deseando ir a vivir con su padre, tras una ruptura matrimonial atormentada. Encontrándose por sorpresa con el amor de una mujer que se siente atraída por la cautivadora timidez del maduro profesor de primaria y el afecto de sus amigos y vecinos. Todo hecho pedazos, en cuestión de horas, por una mentirijilla de una niña, lo insuficiente consciente, para entender el alcance de su aviesa acción.

La acusación está servida para que la comunidad de hienas, que sólo unas horas antes eran unos ejemplares ciudadanos, salten al cuello del pasivo Lucas, para despedazarle.
Lo cierto es que la pasividad del santo Lucas, unido a la dulce inocencia que parece irradiar la pobre Clara y a la precipitada reacción acusatoria de sus vecinos, hacen que los acontecimientos se aceleren en esta quema de brujas particular.
Las ansias por parte de la puritana directora del colegio de dilapidar la reputación del malogrado Lucas, para evadir sus irresponsabilidades al frente de un centro educativo de menores es notoria.

La caza está en marcha. La presa es puesta en escena, para que las alimañas, que dicen ser los abanderados de la salvaguarda de la inocencia y la justicia corran al acecho de su particular demonio, fabricado entre todos, para purgar sus poco ejemplares vidas.
A pesar de demostrarse que en la casa de Lucas no había sótano, cuando un buen número de infantes aseguraban haber sufrido abusos en ese lugar. Poco importa, el daño está hecho. Ni siquiera el padre de la niña, que hasta el momento de la acusación había sido como su hermano desde la infancia, parece querer enterarse de la verdad.
Lo peor, no es la reacción salvaje de la comunidad de adultos y su posterior desenlace. Lo que provoca mayor inquietud en esta película es la reacción de la niña. ¿Es en algún momento consciente de lo que ha desatado con su mentirijilla o estamos ante los borrosos inicios de una pequeña niña con posibilidades de convertirse en una manipuladora psicótica con el paso de los años?.