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Voto de Cinéfilo de mierda:
6
Intriga. Drama Durante un viaje en el legendario tren Orient Express, el detective belga Hercules Poirot investiga un asesinato cometido en el trayecto, y a resultas del cual todos los pasajeros del tren son sospechosos del mismo. (FILMAFFINITY)
24 de mayo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La señora Agatha Christie ha sido muy bien tratada en el séptimo arte, pero esta prolífica escritora llevaba mucho tiempo sin acaparar todas las miradas, ignorada por el cine comercial. Pero estas navidades, un grupo de señores creyeron conveniente volver a lanzarla a la palestra y estrenar la actualización de una de sus obras estrella: “Asesinato en el Orient Express”, una de las obras más conocidas de la escritora. El director escogido ha sido Kenneth Branagh, conocido por sus adaptaciones literarias y actor protagonista de esta propuesta sólida, pero olvidable.
Para la gente más perdida contaré que la historia se centra en un asesinato producido en el Orient Express, un tren de lujo, pero que por suerte a bordo se encontrará el famoso detective Hercule Poirot para resolver el entuerto. Hasta dónde yo sé, hablamos de una adaptación bastante fiel que incluso ha sido criticada por no aportar nada al libreto original ni a las versiones ya realizadas; pero dado que es la primera vez que me tropiezo con esta historia, la juzgaré por sí misma. Eso significa que Christie también se puede llevar palos.
El comienzo, creado para presentar al personaje protagonista, es un conjunto de topicazos casi insultante, empastados sin gracia alguna. Entiendo la necesidad de este arranque, pero habría agradecido una vuelta de tuerca que evitara el regusto amargo que deja tal falta de imaginación. Por suerte, una vez el tren arranca, la obra coge el tono poco a poco y se encarrila en el buen sentido. Me queda ahora la duda de hasta qué punto es adaptable una novela como esta, pues salvo las puntuales secuencias de acción metidas a presión para darle algo de tensión al personal, el resto de su desarrollo apenas se presta a elementos como la investigación, el suspense o la intriga. “Asesinato en el Orient Express” se desarrolla como un conjunto de interrogatorios que, ya que iban buscando crear la propuesta familiar de las navidades ’17, podrían haber sustituido o mitigado sin miedo.
Por suerte, han visto los problemas de lejos y se han curado en salud contratando varios pesos pesados de la industria. En esta obra confluyen varios nombres que por sí mismos bastarían para generar interés. Yo voy a nombrarlos, pero es una de esas clásicas “reuniones de estrellas” que nos hace preguntarnos con cuánto presupuesto contó esta peli. Su desempeño es satisfactorio, pero al ser tan coral apenas cuentan con posibilidades de lucimiento. Sin embargo, si se debe aplaudir que todos los personajes cuentan con algunos minutos de gloria y que todos cuenten con un carácter y unas señas de identidad muy marcadas. Despilfarrar en el reparto tiene sus ventajas…
Aun así, sería injusto decir que solo se han preocupado de actores y actrices, ya que en el resto de departamentos también han ido a todo trapo. Es una película creada para que los sentidos GOCEN, y aunque puede pecar de una fotografía excesivamente cumplidora en lo semántico, sí que merece ser aplaudida por la calidad técnica de cada una de las imágenes del film. Y no solo por su cuidadísima iluminación: los escenarios presentan un nivel de detalle absurdo y recurren a ambientes bien distinguidos sin perder la uniformidad, otorgando variedad a una propuesta que, por su mismo planteamiento, podría haber caído en la monotonía.
Y PUEDE QUE últimamente le meta demasiada cañita a los directores, pero “Asesinato en el Orient Express” no se puede considerar más que un mero entretenimiento navideño, es por su trabajo. La obra del señor Branagh es insípida y ligeramente genérica. El desenlace tiene un poco de anticlimático y, para colmo, éste y el resto de la obra pueden pecar de previsibles. “Asesinato en el Orient Express” vuelve a demostrarnos que la fidelidad a la fuente es algo positivo, pero si se sacrifican por el camino cuestiones como la intensidad o el suspense, es mejor modificarla.
Cinéfilo de mierda
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