Un reparto de grandes estrellas de la época, y medianamente fiel a la novela de E. M. Nathanson, aunque se omite la relación del mayor Reisman con Tessie Simmons quien ni siquiera aparece en la película. La cinta nos deleita para quienes sentimos el gusto por el cine bélico. Se trata de una producción bien lograda, un filme de acción y algunos pasajes con tonos cómicos. Las escenas en la escuela de paracaidismo, con la banda y el falso general, la encuentro notable. La parte final es cuando nos muestra mayor acción. La puesta en escena del castillo, esa toma donde los tipos están en una especie de colina y la cámara se mueve y aparece el castillo imponente es donde apreciamos la real complejidad de la misión. El gran Lee Marvin interpreta con solidez a Reisman. El siempre bonachón Ernest Borgnine tiene un tono casi paternal con Reisman; mientras que el resto del reparto cumple con su cometido en forma eficaz. Los 150 minutos no tienen desperdicio, pues la película en modo alguno se hace lenta o latosa.