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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
8
Ciencia ficción. Drama A Alphaville, una ciudad futurista situada en otro planeta, llega el periodista Ivan Johnson, siguiendo la pista del profesor Von Braun. Los otros agentes que le han precedido, Dick Tracy y Flash Gordon, han muerto. Von Braun, apodado Nosferatu, es el creador de Alpha 60, la máquina que comanda la vida mental de los habitantes de la ciudad... (FILMAFFINITY)
18 de octubre de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es historia sabida que el cine francés de los 60 y su "nouvelle vague" cambió radicalmente el séptimo arte hasta la fecha dominado por los estudios de Hollywood. La nueva ola derribó las puertas de dichos estudios y sacó el cine a las calles aprovechando las nuevas tecnologías y la infinita creatividad de los directores/autores. Y si alguien empujó con más descaro para reventar dichas puertas fue Godard.

Aquí toma por asalto el noir, el polar y la ciencia ficción al calor del fuego existencial y poético nacido de la pluma de Huxley, Orwell, K. Dick, Bradbury.., para rodar una "marcianada" tan profunda como irreverente, tan paródica como cinéfila, tan fría como romántica. Clásicos posteriores del género como "Fahrenheit 451", "Blade Runner" o "2001..." le deben mucho.

No se le ocurre otra cosa en el empeño que invitar a Lemmy Caution a un viaje intergaláctico en su Ford Galaxy (que realmente es un Mustang) al mundo de Alphaville donde reina la computadora Alpha 60 madre putativa del propio/a HAL que pariría otro genio como Kubrick tres años después.
Lemmy Caution nació en el 36 de la mano del británico Peter Cheyney (1896-1951) primero como agente del FBI y luego como detective privado. Lemmy hizo de las suyas en 11 novelas, programas de radio y 15 películas europeas casi todas francesas. Menos en la primera siempre fue Eddie Constantine quien lo interpretó. El tono de sus andanzas fue variando del noir, a la comedia y finalmente a la experimentación como es el caso.

En un ejercicio de crítica social y alarde imaginativo Godard fusiona el París del 65 con la ciudad totalitaria del futuro Alphaville. Selecciona con criterio los espacios y como no podía ser de otra manera saca la cámara a las calles en una aventura espacio-temporal donde parafraseando a Borges: "El mundo desgraciadamente, es real" y el tiempo es la sustancia de la que estamos hechos como el propio Alpha 60.

Si nada de lo escrito os invita a ver o revisionar la película a veteranos y principiantes ahora que Godard acaba de fallecer, os recuerdo que Ana Karina, esposa y musa del director sigue aquí comiéndose la pantalla. 

cineziete
ELZIETE
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