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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
7
Drama Rusia, siglo XVI. Segunda parte: Iván el Terrible vuelve a Moscú, donde los boyardos (nobles terratenientes rusos) siguen conspirando contra él y consiguen incluso el apoyo de la tía del Zar, que quiere ver a su hijo (un incapacitado mental) sentado en el trono y convertido en cabeza de la Iglesia rusa, la cual, mientras tanto, acusa a Iván de herejía. Pero el Zar se adelanta al complot urdido contra él y elimina a sus enemigos con ... [+]
24 de abril de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras las decepciones sufridas a comienzos de los años treinta por Eisenstein en los USA, México y su propia Rusia, en que sus obras no llegaron a buen término, el director se refugia en la historia de su país. Primero con un film sobre el héroe nacional del siglo XIII Alexander Nevsky y dado su éxito (premio Stalin) se lanza a la trilogía sobre Iván El Terrible (siglo XVI). en plena guerra mundial.
A Eisenstein se le controlaba y no era muy de fiar para Stalin, aunque sabía que su talento podía ser muy útil como propaganda. La primera entrega fue una maravilla artística que también se hizo con el premio Stalin y que ya hemos comentado. En los siguientes dos años terminó la segunda, pero en este caso cambiando el enfoque. Ya no eran tanto los hechos y situaciones históricas, sino el propio Iván y sus contradicciones internas, sus demonios personales, su odio acumulado desde la infancia a los boyardos que venían manipulándolo e incluso asesinaron a su madre, sus dudas con la religión... Enfoque que no interesaba a un poder en el que se podía ver reflejado el propio Stalin y que no mostraba al valedor del nacionalismo centralista ruso como alguien equilibrado. Se convocó una reunión en el Kremlin en Febrero del 47 (Stalin vs. Esinstein. cineforever.com) al mas alto nivel con el director, que ya se las veía venir y el protagonista Nikolai Cherkasov. La película no se estrenó y la tercera parte se canceló. Al año siguiente Eisenstein falleció.
Hubo que esperar al 58, (Stalin murió en el 53) para que pudiera estrenarse.
El genio del montaje no pudo participar en el montaje final y se nota. A mi juicio y a pesar de grande momentos y la visión más trágica y shakesperiana de la bestia parda que en realidad fue el personaje, la cosa no es tan redonda como la primera entrega, el ritmo es desigual, se abusa de primeros planos y uno tiene la sensación que consciente de lo que se le venía encima, Einsestein se dedica en buena parte a experimentar y no solo con la parte coloreada gracias a los rollos de películas Agfa que les incautaron a los alemanes. Al teatro Kabuki y la teatralidad en general se incorpora un concepto más operístico y la trama poco o nada desvela de las reformas territoriales (opríchnina) que impuso el Zar y el control despótico que ejerció su guardia personal popular, los temidos oprichniks, creando un régimen de terror que duró siete años.
Con todo y con ello Iván el Terrible en sus dos partes sigue siendo la obra de un genio del cine que se consagró haciendo de las masas anónimas su protagonista y terminó con una mirada personal al ser humano individual.
ELZIETE
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