Irreprochable a mi juicio este thriller dramático político de uno de los pocos directores eclécticos que quedan, mandolinas aparte, que saben dotar al cine comercial de algo más que puro entretenimiento. Casi siempre apoyandose en un elenco actoral que multiplica el valor de los más o menos acertados guiones con los que ha trabajado en su carrera.

En este caso el endiablado guión viene de un novato en estas lides. Jonathan Perera, un británico abogado corporativo que andaba por China y Corea del Sur dando clases de inglés. Basado en su experiencia como abogado, documentación exhaustiva en internet sobre como funcionan los lobbies y teniendo como modelo a su madre (por su fuerza de convicción) para el personaje central se lanzó a escribir una historia y sin moverse de su pantalla de ordenador en Asia..., !bingo".

Dicen los que le ponen peros, que dicho guión esta muy cogido por los pelos y que las capacidades de esta maquievala que borda, como siempre, "La Chastain" son exageradas. Sin embargo no ponemos reparos a tragarnos cualquier película de superhéroes en mallas. A parte de  que la realidad siempre supera la ficción y si bien los giros del guión ponen la pimienta, la sal de los tejemanejes y la corrupción en los "gobiernos" que nos gobiernan puede que incluso se quede sosa.

Si uno no sabe lo que es un lobby y cómo se las gastan estos influenciadores profesionales, la cinta cumple con creces un papel didáctico, amén de ser un thriller trepidante con diálogos vertiginosos, a veces farragosos, y un casting impecable. Como la dirección de Madden que maneja los recursos de los diferentes géneros cruzados (thriller, espías, juicios) con soltura.
Con todo es "La Chastein" la que, como los grandes cracks deportivos, marca la diferencia y es capaz de ganar ella solita el partido, dotando a su personaje de un volumen lleno de aristas para que le demos al coco a la salida de la sala.

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