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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
9
Cine negro. Intriga Joe Morse trabaja como abogado para Ben Tucker, un hombre que se ha enriquecido gracias al clandestino e ilegal negocio de las apuestas. Pero para asegurarse el monopolio de esta actividad necesitan dar un golpe que implique la desaparición de todos los pequeñas casas de apuestas. Casualmente, una de ellas la dirige el hermano de Morse. (FILMAFFINITY)
17 de octubre de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con tan solo tres películas como director en su historial gracias a la caza de brujas del McCarthysmo en un un tiempo y país donde ser comunista era el estigma del diablo, Polonsky ha pasado desapercibido por el gran público. En su momento esta película tampoco triunfó en los USA y tuvo que ser la crítica inglesa quien la pusiera en valor. Hoy es considerada una obra maestra y está en la biblioteca del Congreso.
Ahora que parece inevitable contar con al menos dos horas para contar una buena historia cuando no seis o siete si nos atenemos a la televisión, Polonsky lo hace en apenas una hora y dieciocho minutos, con una gran definición de los personajes tanto principales como secundarios, moviéndose con maestría tanto en los espacios cerrados como en los exteriores.
En el magnífico comienzo ya queda clara la dualidad entre la ciudad y sus grandes edificios y construcciones enormes y poderosas reflejo de una sociedad rica y boyante en contraste con el ambiente mísero de la gente de la calle donde las loterías ilegales eran una forma de salir adelante de muchos de aquellos que el crack del 29 les dejó en la miseria. Pero el ansia del poder y del dinero tampoco les dejó y las mafias se hicieron con el negocio con la colaboración de los estamentos políticos corruptos.
Garfield con el que Polonsky ya había colaborado y que también fue perseguido por la caza de brujas, esta estupendo en esta ocasión en un personaje puente que busca justificaciones y equilibrios en un mundo que no entiende de ellos. La crítica hacia el capitalismo salvaje es evidente.
Polonsky busca y rebusca el ángulo de cámara mas efectivo y la influencia de Wells es patente, el abanico de planos y escenas sobresalientes es desbordante, los diálogos rápidos y brillantes, y los estándares del noir (sombras, voz en off, mujer fatal...) brillan y se combinan con nuevas miradas en las que la fotografía de George Barnes y la música de Rudolph Polk toman relevancia. Un trabajo espléndido en su conjunto y una grata sorpresa redescubrir a este director marginado por intereses ajenos al arte cinematográfico.
Como anécdota la presentación y casi despedida de la prometedora actriz Beatriz Pearson que con solo dos películas desapareció del mundo del espectáculo.
ELZIETE
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