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Voto de Laura Bickle:
6
4,6
2.099
Thriller
El banquero retirado Theo Conroy (Kevin Bacon) alquila una casa de campo en Gales para pasar unas vacaciones en compañía de su esposa Susanna (Amanda Seyfried) y su pequeña hija Ella (Avery Essex). Sin embargo, la familia experimenta extraños fenómenos que les ponen en peligro.
7 de junio de 2021
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Theo Conroy disfruta de una vida de ensueño junto a su joven esposa e hija en una gran mansión, pero todo es fachada. No encuentra la paz por algún motivo y busca reconciliarse consigo mismo practicando la meditación. En Gales encuentra una casa de campo que parece ser el retiro perfecto para pasar tiempo de calidad con su familia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Asistimos a un laberinto bien armado por David Koepp, que nos abre las puertas de la psique de Theo. Somos testigos de sus luces cuando nos muestra su faceta de padre comprometido, pero también presenciamos sus sombras, manifestadas en sus pesadillas.
El protagonista se siente atormentado por un pasado que se cierne sobre él una y otra vez, pero con mayor intensidad en el nuevo lugar. Los cimientos de su hogar comienzan a tambalearse cuando es consciente de que su hija Ella es conocedora de la trágica muerte de su ex mujer. Vuelve a estar expuesto, a pesar de encontrarse lejos ya del foco mediático, pero percibe que su parte oscura comienza a revelarse, también a ojos de su hija.
La casa que prometía ser un retiro para encontrar la calma, se transforma en un laberinto en el que tiende a desdoblarse una y otra vez mientras su parte cuerda le grita: “Debes irte”. Lo ha escrito una y otra vez, al igual que hizo Jack (El Resplandor) en su máquina de escribir. Pero sabe que ahora ya es demasiado tarde, su mente se encuentra en un punto de no retorno, los pasillos son cada vez más alargados y parecen no tener fin. Asumir sus actos y aceptar la pena impuesta tendrán un alto coste para que su hija salga indemne del monstruo que lleva dentro.
Koepp da una vuelta de tuerca al topic de “casas encantadas” con esta historia bien cimentada que juega con el espacio y la mente de los espectadores, aunque a veces tengamos la sensación de que nos encontramos ante un telefilm con algunas escenas artificiales y sobreactuadas, sumadas a un guion que hace aguas en algunos puntos.
El protagonista se siente atormentado por un pasado que se cierne sobre él una y otra vez, pero con mayor intensidad en el nuevo lugar. Los cimientos de su hogar comienzan a tambalearse cuando es consciente de que su hija Ella es conocedora de la trágica muerte de su ex mujer. Vuelve a estar expuesto, a pesar de encontrarse lejos ya del foco mediático, pero percibe que su parte oscura comienza a revelarse, también a ojos de su hija.
La casa que prometía ser un retiro para encontrar la calma, se transforma en un laberinto en el que tiende a desdoblarse una y otra vez mientras su parte cuerda le grita: “Debes irte”. Lo ha escrito una y otra vez, al igual que hizo Jack (El Resplandor) en su máquina de escribir. Pero sabe que ahora ya es demasiado tarde, su mente se encuentra en un punto de no retorno, los pasillos son cada vez más alargados y parecen no tener fin. Asumir sus actos y aceptar la pena impuesta tendrán un alto coste para que su hija salga indemne del monstruo que lleva dentro.
Koepp da una vuelta de tuerca al topic de “casas encantadas” con esta historia bien cimentada que juega con el espacio y la mente de los espectadores, aunque a veces tengamos la sensación de que nos encontramos ante un telefilm con algunas escenas artificiales y sobreactuadas, sumadas a un guion que hace aguas en algunos puntos.