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Estados Unidos Estados Unidos · Bon Temps (Louisiana)
Voto de RandolphCarter:
4
Terror. Thriller La infancia de Lawrence Talbot se acabó bruscamente la noche en que murió su madre. Abandonó entonces su pueblo (Blackmoor), pero tardó muchos años en recuperarse y olvidar. Un día, Gwen Conliffe, la prometida de su hermano le pide que le ayude a buscarlo, pues ha desaparecido. Talbot regresa entonces a casa y se entera de que un ser brutal y sediento de sangre ha matado a muchos campesinos. Pronto descubre que existe una antigua ... [+]
18 de febrero de 2010
15 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joe Johnston entra en esa categoría de directores manufactureros que, al gusto de los productores adictos a exprimir fórmulas manidas hasta que la taquilla decaiga, elaboran filmes descafeinados pero rentables, como Brett Ratner, Jonathan Mostow o Antoine Fuqua. Dadas estas credenciales, que nadie se extrañe del pobre resultado de “El hombre lobo”. Ahí voy.

El amigo Johnston nos ofrece este remake del clásico de 1941 en un embalaje ostentoso y espectacular en su traslación a la época de la Inglaterra victoriana, con una ambientación espléndida que recuerda sobremanera al "Sleepy Hollow" de Tim Burton, pero preocupantemente vacío de emoción o sorpresa. No hay tensión alguna, ésta se busca infructuosa y compulsivamente a través de apariciones súbitas del licántropo, acompañadas de sus correspondientes subidas de volumen, y tirando de constantes efectismos con impunidad y alevosía. Los personajes resultan rasos, no nos importan lo más mínimo, porque gracias a la previsibilidad que supuran, ya sabemos de antemano como acabarán. Hopkins parece divertirse con un papel hecho a medida para lucirse haciendo de sí mismo, mientras un afectado Benicio del Toro pone cara de circunstancias como buenamente puede. Ni la presencia de dos hachas de la interpretación como éstos consigue levantar un producto tan anodino y desangelado.

La parte pretendidamente romántica del relato llega a extremos abochornantes (del tipo: “¿Te enseño a tirar piedrecitas en el río?” Y bajo el sol y el dulce canto de los pajarillos silvestres caen enamorados… ¡Por favor!), la carga supuestamente terrorífica no lo es en absoluto, y los fragmentos aventureros quedan arruinados por el uso y abuso de los efectos especiales de ordenador. Tampoco ayuda que la dirección de Johnston no tenga personalidad alguna y navegue por la indecisión entre modelos en los que basarse. El realizador no sabe si tributar a la Universal, a la Hammer, al gore light o al sensacionalismo digital, creando una amalgamado e irregular pastiche gótico remachado a base de clichés.

No es el retorno que este mito maldito, ya maltratado en innumerables ocasiones, merecía con semejante casting y presupuesto. Me sigo quedando con “Aullidos”.
RandolphCarter
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