Realismo italiano. No es, desde luego, el género que más me gusta, pero hay que intentar ver de todo. Dicen que es una auténtica obra maestra, vamos a ver. Es larga, casi tres horas, hay que tener algo de aguante y mucho interés para verla.
Inmigración, pobreza, el pueblo frente a la ciudad, un pueblo mísero de provincias tras la IIGM y Milán como la orbe de las calles llenas de tiendas y luces de neón. La ciudad industrial, la construcción de pisos, la vorágine de la vida moderna.
El drama se vislumbra en cada fotograma, no puede salir bien, es imposible, no es una película bella o bonita, con buen resultado, de final feliz. No puede salir bien, es evidente. Varias formas de adaptarse a la vida industrial, moderna, y el afán, cada uno a su manera de mantener a la familia unida.
En Filmaffinity se puntúa con un 8.2, una de las notas más altas de toda la web y la más alta del mundo del boxeo, por delante de Toro Salvaje, Más dura será la caída, Nadie puede vencerme, La chica del Millón de Dólares, Cuerpo y Alma, El ídolo de barro, o Marcado por el odio.
De Visconti ya he visto "Confesiones", y me pareció magnífica.
El reparto de esta cinta es espectacular: Alain Delon, Renato Salvatori el hermano boxeador, Annie Girardot como la prostituta que desencadena la catástrofe, Katina Paxinou como la madre de los cuatro hermanos, y una jovencísima Claudia Cardinale.
La música es de Nino Rota, célebre posteriormente por El Padrino.
No llega a ser una película de boxeo propiamente dicha, simplemente le sirve de excusa para montar los personajes de la trama, para organizar la tensión emocional que subyace en toda la cinta.