Drama carcelario, sí. Denuncia del sistema penitenciario, no. En esta peli el malo no es el sistema, sino un personaje muy individualizado, el jefe de la policía penitenciaria, que es un auténtico psicópata que aprovecha su posición para satisfacer sus instintos sádicos. Es el personaje mejor definido del guión. Hay una elocuente secuencia que nos lo presenta en su despacho, en camiseta, puliendo el cañón de un rifle, mientras en el tocadiscos suena Wagner. Sobre el tocadiscos, una fotografía de uno de los "Esclavos" de Miguel Ängel. A buen entendedor... De todas formas, no creo que a Hume Cronyn le costase demasiado poner cara de tío desagradable. Con lo feo que era ya tenía la mitad del trabajo hecho.
Por contra, el personaje de Burt Lancaster apenas está definido. No conocemos su delito, no sabemos como se ha ganado su autoridad entre la población reclusa. De él sólo sabemos que no debe ser mala gente, pues está enamorado de una paralítica. Lo único que le caracteriza es el ansia de escapar. Aunque sea con un escasamente elaborado plan que conlleva demasiados riesgos. El actor tiene poco a lo que agarrarse y no le queda otra que poner constantemente cara de intenso, hasta que se le quedan ojos de besugo.
Unos flashbacks recurrentes nos llevan fuera de la prisión y nos muestran como algunos de estos reclusos (el soldado, el contable, aunque también el jugador, o el propio personaje de Lancaster) se encuentran en esa situación a causa de una mujer. ¿Qué quereis que os diga? Estos flashbacks vienen inducidos por la foto de una mujer en un calendario, que ocupa un visible lugar en la celda. Esa mujer se encarna en Ann Blyth, Ivonne de Carlo, Ella Raines y alguna otra, pero a mi me recordaba a Lisa Marie, antigua cómplice de Tim Burton.
Todos sabemos que Richard Brooks ha firmado y dirigido guiones bastante mejores. Aquí, se hace presente en la acción a través del personaje del médico borrachin, el Pepito Grillo de la penitenciaría. Nunca sabremos hasta donde hubiese podido llegar Jules Dassin en la industria americana, pero dejó muestras de su progresivamente menguante talento en varias cinematografías europeas. Buenas fotografía y música.
A pesar de su aspecto de película dura y realista, al final resulta bastante complaciente.