Como de costumbre, Mikkelsen se robó el show, aunque Alicia Vikander salta a la palestra internacional con esta magnífica actuación... y para todos los que no estamos acostumbrados al cine nórdico, vaya sabor de boca que nos ha dejado.
"A Royal Affaire" es un filmazo de dos horas repleto de preciosismo, talento y buen gusto, algo que en el cine actual no suele abundar mucho. Va de un tipo ilustrado que llega a la corte real de una Dinamarca atrasada, feudal y repleta de viejos obtusos, bajo el desgobierno de un rey adicto a las putas y al alcohol, aunque felizmente - ¿o infelizmente para nuestro protagonista? - es un hombre en extremo manipulable. Además, su esposa la reina (Vikander) es una chica bellísima, medio espantada de tener a un esperpento tal por marido... A todas estas, no es spoiler contar que la reina se enreda con nuestro recién llegado, que se convierte en consejero del rey y empieza a dictar medidas progresistas para sacar al país de su monumental atraso. No voy a contar el final, pero está genial.
En serio, después de ver esto, no pienso perderme lo próximo que haga Nikolaj Arcel. Con este precedente, estoy seguro de que será algo de primera.