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Voto de Sodapop:
5
Drama Después de sufrir una tragedia familiar, Mack Phillips (Sam Worthington) cae en una profunda depresión que le lleva a cuestionar todas sus creencias. Sumido en una crisis de fe, recibe una enigmática carta donde un misterioso personaje le cita en una cabaña abandonada en lo más profundo de los bosques de Oregón. A pesar de sus dudas, Mack viaja a la cabaña, donde se encontrará con alguien inesperado. Este encuentro conducirá a Mack a ... [+]
14 de diciembre de 2020
18 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos a hablar de cine cristiano.

Como cristiano y cinéfilo, creo que el reto más complicado que un cineasta puede plantearse en el mundo del celuloide es realizar una película que sea cristiana y buena.

Esta no lo es, aunque en el ámbito cristiano ha gustado muchísimo. Para mí, es la americanada de sobremesa. Con su banda sonora, fotografía, ritmo, personajes y planos de americanada de sobremesa. Pero dentro de las muchísimas cintas que me he visto de esta índole (me refiero con mensaje abiertamente cristiano, no de sobremesa, Dios me libre), perfectamente puede ser top 3. Y es así, la mayoría son horribles. Con las mejores intenciones del mundo, pero horribles en guion, factura y otros aspectos cinematográficos. Esto depende en gran parte de la pasta y de cómo de conservadores son los que ponen esa pasta.

Pero hay tres aspectos que creo que influyen hasta el punto de pensar que ni el jefe de todo esto Clint Eastwood podría hacer una buena película cristiana.

El primero es que una película cristiana tendrá un final obvio y feliz. O bien un final triste con clara moraleja. Son los únicos motivos que puede tener una película abiertamente cristiana para producirse. Sermonear al creyente o evangelizar al inconverso. Mostrar los beneficios de la fe o las consecuencias de hacer el mal. Y esos finales se llevan haciendo años y años, no solo en cines, sino en cuentos e historias populares. Lógicamente no puede tener un final al nivel de Seven ni nada que sorprenda, por lo que es complicadísimo mantener la tensión.

Segundo, porque hay que respetar una serie de valores que condicionan la trama, los diálogos, el humor y mil aspectos más que dan color a una película. Podrían saltárselos, pero existe el riesgo de enfadar a los legalistas, al productor o lo peor, la duda de si estás ofendiendo al de arriba. Es lícito Tarantinear, pero no conviene, y la mayoría de cineastas cristianos no se atreven. Eso hace que cueste mantener el ritmo y no acabar aburriendo.

Tercero, porque vivimos en una sociedad que va tornando en antirreligiosa. Mentira, en anticristiana. Ves una película como esta, que mejor o peor, pero da un mensaje de esperanza y la gente lo critica porque no les mola que les hablen de Yisas. El rechazo es instantáneo, el hecho de ser un film cristiano es peor defecto que tener un guion plano. Porque todas las ideologías pueden hacer su propaganda en Hollywood porque somos muy tolerantes, pero los cristianos no, que esos van a sacarte la pasta. Entiendo que no guste el guion, las actuaciones, la dirección artística... ¿Pero criticar el mensaje de que mediante la fe, el amor y el perdón alguien puede salir de la mugre? ¿Eso molesta? ¿Creeis que es ciencia ficción? Pues es la realidad que viven millones de cristianos, a ver si pensáis que van a la iglesia por el café de después.

En definitiva y centrándome en la película, siendo consciente de lo complicado que es hacer una película cristiana, le doy un aprobado. Principalmente porque no trata al espectador como idiota, que es el pecado capital de este tipo de cintas. Ni al creyente ni al inconverso. Hay un esfuerzo en empatizar con él y en no darle los argumentos masticados como a un niño pequeño. Tampoco es que sea una obra de orfebrería, pero es que creedme que habiendo visto las pelis cristianas que he visto, aquí salvan la papeleta bastante bien.

Y poco más, que vaya chapa he dado.
Sodapop
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