Lumet es un experto en conseguir ambientes de alta tensión en lugares aburridos sin apenas salir de ellos, ya sea una habitación para que delibere el jurado (12 Hombres Sin Piedad) o cualquier banco de cualquier barrio medio de cualquier ciudad, como ocurre en esta cinta. Es capaz de hacer una peli en el Congreso de los Diputados de España y conseguir que no bostecemos como dichos diputados. Y en esta peli hace una magistral narración de un atraco que acaba en chapuza, creando situaciones tórridas mientras se desarrolla una especie de síndrome de Estocolmo, más bien tirando para el pueblo de al lado. El "profesional" Sr. Rosa de Reservoir Dogs se metería a cajero del Mercadona si trabajara con estos dos ladronzuelos.

Pacino nunca ha estado mejor y Cazale siempre estuvo así de bien. El resto de secundarios no les llega a la suela del zapato pero francamente, no importa nada, el omnipresente Pacino cumple por todos. Eso sí, está presente el cutre doblaje femenino español de la época, qué le vamos a hacer.

Película que hay que ver una vez en la vida. Si eres fan de De Niro estás obligado a ver Toro Salvaje ¿no? Pues ésta es la tuya si eres fan de Pacino. ¡Qué bueno es el hijo de perrilla!