Nunca he sido muy fan de Clint Eastwood en su etapa de actor aunque no he dejado de reconocerle el talento. Fue con Un mundo perfecto donde descubri su capacidad como director y ya no me solte.
En la peli que me ocupa debo decir que entre al cine con desconfianza ya que temía encontrarme una especie de Rocky en versión femenina. Pero desde el primer momento intuí que tenía delante algo diferente. La fotografía, la historia y el magistral trabajo de los tres actores principales y de unos secundarios merecedores de una mención especial. Sin desvelar nada que pudiera estropear la película debo decir que hay un momento en el que la historia te pega un puñetazo en el estomago y esa alegría difusa que se respira en la primera parte se convierte en un trago amargo que seguramente ha hecho que a mas de uno se le escape una lagrima.

Totalmente recomendable
nano