Ofreciendo una historia bella sobre la adolescencia y sus grandes complicaciones para alcanzar la mejor de las metas es retratada con grandes tonalidades: Primer paso, primer problema, inestabilidad, aislamiento y además aprender a ser grandes amigos aún cuando llega el primer amor. Cuándo se trata del estilo curtido y fofo del cine mexicano de Clase N°3 que últimamente toma ideas robadas de los clásicos ininterrumpidos de “Series Sobre la Vida Real” que a esta altura son autoparodias escurridas y en su mayoría con actores homínidos más apagados que dando una buena actuación en si.

Un valor que se rescate es el propósito de tener autoestima aún en lapso movido para ganarte el sustento del amo del deporte en el fútbol y ganarte a tu primer amor, cuando te atropellan los compañeros que sí se pueden alcanzar las victorias a veces con malos desacuerdos, más te atropellan los efectos desentonados de una cámara lenta inflada y hasta innecesaria. José Miguel trata de enseñarnos en base a Rock Clásico de la época pero con optimismo focoinfeccioso que se pueden alcanzar otras victorias ridículas convocando a una sarta de alumnos con complejos pero brillantes para la ciencia... “Vamos a ganar, vamos a ganar, vamos a ganar..etc”. Sólo es cuestión de pasarla genial flaqueando, así la historia fofa no tenga más allá que buenas tomas y contar con otros personajes.... destacables. Cuando estaba por acabar allá por los 22 minutos restantes, como que ya lo estaba lamentando...una historia sencilla, pero ramplona y secona basada en experiencias de gaveta vacía de que pasa por la mente sucia de un típico adolescente mexicano con problemáticas a quien se le cierra la boca al no rendir su testimonio porque el pánico ya lo está carcomiendo.

El típico filme comercial con salsa mexicana recalentada no debería tener el pase libre a Netflix.

Mejor lárgate a revisar La Rosa de Guadalupe