Sigue la mata dando para los Alazraki y la auto parodia —cita textual de una entrevista hecha a su realizador en tiempos de "Nosotros los nobles"— de los niños pijos sin materia gris y ahora contextualizados en el ámbito empresarial, en el que evidentemente su limitada visión serán el factor desajuste de un emporio al que arbitrariamente se llega dada la misoginia latente del entorno cien por cien varonil.

Chava (Luis Gerardo Méndez) e Isabel Iglesias (Mariana Treviño) inesperadamente se encuentran en el fallecimiento de su padre, quien ha forjado el equipo de la región como dueño del llamado Club de cuervos, equipo que representa a la también ficticia región de Nuevo Toledo. El deceso traerá disputas por la dirección del equipo, por lo que ambos hermanos jugarán sucio con tal de impostarse en la silla presidencial

Chava cuenta con el beneficio de género y tomará dicho nombramiento, aun con su limitada preparación y experiencia nula. Éste irá haciendo ajustes muy a pesar del personal que por años ha trabajado dentro de la organización, entre ellos Isabel, quien cuenta con todo para sustituir a su padre, pero en desventaja al no contar con el apoyo del consejo directivo —mayoritariamente conformado por hombres—, por lo que su impaciencia no es la mejor consejera y mostrará rasgos inminentes de inmadurez.

Netflix le apuesta con su primera producción en español y en alianza con Alazraki films retoma muchos elementos del éxito "Nosotros los nobles", los cuales van desde el argumento, su tónica humorística y hasta la elección del actor principal, Luis Gerardo Méndez, a quien aún con nueva imagen se encuentra estrechamente vinculado no sólo con el personaje de la película, sino con el aprobatorio del público.

La serie va en dos canales, la de su propia historia sencilla, sin complicaciones y dispuesta a cautivar al televidente. Dicha condición inmola la espontaneidad y todo el tiempo se perciben el humor más básico, sin mucha elaboración en los parlamentos, que hagan del género algo más allá del acomodo de palabras en situaciones clave.

La propuesta intenta ser crítica en muchos aspectos, transgresora en otro tanto, y a fin de cuentas concluye como una oferta de plataforma como mero entretenimiento, aunque lo ideal como innovación sería dar con una serie de humor más inteligente y sobre todo evitar la repetición.