Si menciono que Alfred Hitchcock es uno de mis directores favoritos seguramente no os sorprenda lo más mínimo. Hay tantos films dirigidos por él que merecen estar en la sección de clásicos que voy a empezar por la película de su filmografía que más me gusta y me parece más redonda: ‘La Soga’.

¿Por qué ‘La Soga’? Quizás sea que oyes hablar tanto de ‘Psicosis’ o de ‘Con la muerte en los talones’ que te esperas que sean la obra de arte que finalmente es. En cambio, cuando vi ‘La Soga’ solo sabía que era una gran película de Hitchcock. Pero me encontré una auténtica maravilla.

El film, rodado en 1948, es el primero en color del afamado director y durante 80 minutos disfrutarás de la tensión de no saber que va a pasar (si serán descubiertos o no), de la morbosidad del crimen perfecto propuesto por esos dos atrevidos estudiantes y del pulso narrativo de uno de los mejores directores de la historia.

La película (de unos 80 minutos de duración) está rodado en un único plano secuencia pero como los rollos de cinta tenían una duración limitada, se dice que cada cierto tiempo Hitchcock hacía pasar a un personaje por delante de la cámara para poder fundir en negro, cortar y cambiar de rollo sin que se notara. En realidad sí que hay dos cortes en la cinta pero que apenas se notan.

Estamos hablando de que la trama se desarrolla casi en tiempo real. Toda la acción de la cinta transcurre íntegramente en el apartamento de los protagonistas, excepto la primera toma de créditos donde se ve la calle y donde aprovecha Hitchcock para realizar su habitual cameo antes del asesinato.

Como anécdota añadir que la película está basada en una historia real ocurrida en la universidad de Chicago, donde dos estudiantes cometieron un asesinato similar al de la película.

Si la pueden conseguir disfruten de ella.

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