Tenía grabada a fuego la fecha del retorno de los grandísimos Monty Python con ‘Absolutamente todo’, una película que encima protagoniza un tío tan gracioso como es Simon Pegg. Pero la escasez de noticias y críticas positivas fue diluyendo mis esperanzas hasta encontrarme de frente con ella. Y no es que sea una mala película, pero si que es una decepción viniendo de quien viene.

‘Absolutamente todo’ es una típica y más que tópica comedieta romántica, muy de sobremesa, con algunos gags muy conseguidos, pero con un guión muy simplista y mil veces visto. Inevitablemente te vas a reír con alguno de sus gags (y ojo, hay más de uno bastante bueno), pero su corta hora y media es un quiero y no puedo. Se nota en exceso la falta de presupuesto para lograr efectos especiales más conseguidos y eso termina haciendo fallar al conjunto.

Pegg está bien, como casi siempre. Es un género en el que se siente muy cómodo pues ha nacido para ello. Recuerda a películas que protagonizaba antes de meterse en ‘Star Trek’ como ‘Corredor de fondo’ o ‘Nueva York para principiantes’. Es un tipo simpático que puede servir como un buen motor de la película, pero los Python solo vuelven a medias.

Una película para ver, reír y casi olvidar al momento. Tiene sus momentos hilarantes pero el conjunto, como película, es poco reseñable.

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