Tras el éxito de "Un monstruo viene a verme" Juan A. Bayona tenía un reto mayor al enfrentarse a la saga sobre dinosaurios más famosa del cine. Una erupción volcánica amenaza a los dinosaurios restantes en la Isla Nublar, donde las criaturas han vagado libremente durante años tras de la desaparición del parque temático "Jurassic World". Claire Dearing, ex gerente del parque, ahora fundó el Grupo de Protección de Dinosaurios, una organización dedicada a intentar preservarlos. Cuando a Claire le ofrecen la oportunidad de rescatar algunos ejemplares de la isla, acude a Owen Grady, el ex entrenador de dinosaurios que trabajó en el parque, para que la ayude a evitar la extinción de los dinosaurios.

Esta secuela del film de 2015 es una notable película de aventuras en que el director catalán sabe ser fiel al espíritu de la saga que fundó Spielberg pero también logra llevarse la historia al terreno personal. Mientras que la primera parte es más espectacular con la huida de animales y personas de la isla, la segunda centrada en una mansión tiene un aire gótico con algún toque de terror incluso, y con una subtrama de la madre de la niña que remite a los dos primeros films de Bayona. No obstante, me ha parecido que el climax final no está muy a la altura si uno tiene expectativas altas. "El reino caído" vuelve a estar bien interpretado por los actores Chris Pratt de nuevo como el simpático Owen y Bryce Dallas Howard como una Claire que ha dejado a un lado la altivez de su papel en la anterior entrega. La pareja de actores está muy bien acompañada por Rafe Spall (visto en "La vida de Pi"), James Cromwell, Toby Jones y una niña, Justice Smith, que se agradece que no sea repelente. Además cuenta con las participaciones de la veterana Geraldine Chaplin (presente en toda la filmografía de Bayona) y Jeff Goldblum (que ha vuelto a la saga después de "El mundo perdido". Esta nueva entrega es muy entretenida, los efectos visuales son realistas y el director ha contado como en sus anteriores films con su equipo técnico en apartados como la fotografía y el sonido. Además, ofrece un dilema moral acerca del poder, con subasta incluida, y la relación entre humanos y dinosaurios. El espectador vuelve a quedar un poco impresionado al ver a los animales y aunque pueden ser destructores, uno se pone de parte de que se salven.

En definitiva, el cineasta español ha conseguido llevar a buen puerto esta secuela que pone en un punto de no retorno a la saga entre la anterior y la siguiente que volverá a ser dirigida por Colin Trevorrow. Sin duda, una de las mejor logradas de la saga aunque no llega al nivel de la primera.

Valoración: 7

Lo mejor: reconocer elementos de Bayona en esta vistosa entrega y su capacidad para que empaticemos con los dinosaurios.
Lo peor: esta secuela está mejor dirigida que escrita.

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