Media votos
5,3
Votos
3.658
Críticas
37
Listas
127
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Filiûs de Fructüs:
6
6,6
476
Drama
Esta es la entrañable historia de una pobre niña vendedora de cerillas que se encontraba sola y muerta de frío en una Nochevieja. Entre las tenues llamas de sus últimas cerillas, tiene visiones maravillosas aunque difíciles de alcanzar. (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2010
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Renoir, un director considerado de corte realista a partir de estandartes tales como la magnífica 'Esta tierra es mía' o la también notable 'La gran ilusión', también tuvo en sus primeros compases de una carrera prolífica cierta tendencia a la fantasía y al onirismo. Lo demuestra en sus primeros cortometrajes ('Charleston') y mediometrajes ('La hija del agua' o la que nos ocupa), con sus juegos de luces y sombras, sus superposiciones, sus rebobinaciones -baste ver cómo saltan los jinetes encima de sus caballos- o sus juegos en dónde realidad y ficción se dan la mano.
'La cerillera' reside en ésa fase experimental de Renoir dónde, a pesar de realzarse ya su gusto realista lo conjuga perfectamente con el ficticio. Éste mediometraje, basada en un cuento infantil homónimo de Hans Christian Andersen, si bien no llega al nivel del cuento infantil, es una buena muestra de que en poco metraje puede contarse una historia conmovedora.
Es Noche Vieja y una pobre niña -realmente era la mujer y musa de Renoir- sale en la fría noche a vender cajitas de fósforos para ganarse el pan, ya que ella y su padre son muy pobres y no tienen dónde caerse muertos. Un joven apuesto está a punto de comprarle una cajita, pero se mete en una casa con prisas, pues es la hora de cenar. La pobre muchachita mira hacia el interior de la casa, en dónde el joven y su familia disfrutan de una sabrosa y exuberante cena de final de año ¡lo que daría ella por tener algo que llevarse al estómago! Poco después un bondadoso policía se cruza con ella y junto observan un escaparate dónde hay montones de juguetes, ella los mira con ilusión, aún sabiendo que jamás podrá jugar con ellos. El policía se va y la muchachita se queda sola. Cansada ya de vagar sin poder vender ni una triste cajita intenta calentarse con la llama de un fósforo, y, presa de la hambruna y el frío empieza a tener alucinaciones y se queda agonizando en la fría calle.
'La cerillera' reside en ésa fase experimental de Renoir dónde, a pesar de realzarse ya su gusto realista lo conjuga perfectamente con el ficticio. Éste mediometraje, basada en un cuento infantil homónimo de Hans Christian Andersen, si bien no llega al nivel del cuento infantil, es una buena muestra de que en poco metraje puede contarse una historia conmovedora.
Es Noche Vieja y una pobre niña -realmente era la mujer y musa de Renoir- sale en la fría noche a vender cajitas de fósforos para ganarse el pan, ya que ella y su padre son muy pobres y no tienen dónde caerse muertos. Un joven apuesto está a punto de comprarle una cajita, pero se mete en una casa con prisas, pues es la hora de cenar. La pobre muchachita mira hacia el interior de la casa, en dónde el joven y su familia disfrutan de una sabrosa y exuberante cena de final de año ¡lo que daría ella por tener algo que llevarse al estómago! Poco después un bondadoso policía se cruza con ella y junto observan un escaparate dónde hay montones de juguetes, ella los mira con ilusión, aún sabiendo que jamás podrá jugar con ellos. El policía se va y la muchachita se queda sola. Cansada ya de vagar sin poder vender ni una triste cajita intenta calentarse con la llama de un fósforo, y, presa de la hambruna y el frío empieza a tener alucinaciones y se queda agonizando en la fría calle.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En su sueño, ella es parte del escaparate de juguetes. Osos que juegan con pelotas, conejos que mueven las orejas, bailarinas que danzan mecánicamente en sus cajitas...y los soldados de plomo, uno de los cuales, de carne y hueso, tiene la misma efigie que el apuesto joven con que se topó. Entonces llega La Muerte -misma efigie del policía bondadoso- para llevársela, pues la muchachita tiene una cita con ella. El soldado intenta impedirlo en una persecución a caballo por los cielos, pero acaba sucumbiendo al poder de La Muerte y cae al vacío. La muchachita ha muerto, y con ella, la fe y la esperanza de futuros menos desoladores.
El problema del mediometraje de Renoir es que, a pesar de la bella historia de Andersen, nunca llega a emocionar y, sin duda, los mejores momentos son aquellos en los que se atreve a innovar, a hacer algo novedoso, y se ven reflejadas en el 'sueño' durante la inconsciencia de la muchachita. Eso sí, más que recomendable primer mediometraje mínimamente importante de Renoir.
El problema del mediometraje de Renoir es que, a pesar de la bella historia de Andersen, nunca llega a emocionar y, sin duda, los mejores momentos son aquellos en los que se atreve a innovar, a hacer algo novedoso, y se ven reflejadas en el 'sueño' durante la inconsciencia de la muchachita. Eso sí, más que recomendable primer mediometraje mínimamente importante de Renoir.