Haz click aquí para copiar la URL
Voto de cine con palillos:
8
Comedia. Drama Ko Chun es el rey de los jugadores. Su fama de ganador rompe fronteras y no hay ningún jugador que consiga ganarle. Por azares del destino sufre un gran golpe en la cabeza que le hace perder la memoria y le devuelve a sus años de infancia. Knife, un apostante de poca monta, le acogerá en su casa y se hará cargo de él hasta que recupere su memoria y se vengue de las acciones acontecidas en su ausencia. (FILMAFFINITY)
19 de noviembre de 2016
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que parecía ser un thriller de antología lleno de acción y mordacidad, al poco andar se desmorona en una comedia torpe y encantadora. La mutación del protagonista causa gracia (en parte por tratarse de Chow Yun-Fat), y consigue (al mucho andar) retomar las expectativas abandonadas en un inicio. Estamos frente a un peliculón que puede darse el lujo de ser considerada mala. Mala hasta decir extraordinaria.

Chow Yun-Fat es sin duda alguna uno de las celebridades más importantes de la industria cinematográfica de Hong Kong. En esta oportunidad, Chow encarnará a un galán apostador con aires de divo que se peina engominado y de sonrisa perfecta. Le llaman: “el Dios de los apostadores”; nadie como él. Pero un accidente hará que pierda la memoria convirtiéndolo en un retrasado bastante niño que lo único que le motiva es comer chocolates.

Aún así su talento está intacto. Se hará acompañar por tres jóvenes que buscarán sacarle provecho, y así se irán dando las cosas. Cuando toma las cartas, la suerte estará de su lado. Y paulatinamente se irá fraguando un compañerísmo más que interesante.

God of gamblers es este tipo de películas asiáticas ochenteras que a uno le llevan a preguntarse cómo alguien ha llegado a financiar algo así. ¡Si es espantosa! Llena de vacíos, de personajes estúpidos o que no aportan, de actuaciones paupérrimas… Para qué hablar de la música: bien repetitiva y que va más con una película heroica barata que a algo como esto.
Sin embargo, luego de verla uno queda maravillado. ¡Qué final más extraordinario! Determinante, sólido. Y que llega a demostrar que estábamos en presencia de una película inteligente que jugaba a ser tonta, y con una moraleja clara: que una película mala puede ser considerada brillante. Y este es precisamente el caso.

God of gamblers tuvo mucho eco en generaciones posteriores. Al parecer se trató de un éxito porque hasta la fecha, el director (Wong Jing) sigue lucrando de la mano de “el Dios de los apostadores”. Parte importante de su filmografía ha sido sobre el mundo de las apuestas. Sea en Las Vegas, sea en Macau. Siempre presente Chow Yun-Fat para interpretar al intrépido, galán y siempre infalible jugador.
cine con palillos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow