RTVE nos ha amenazado este año con la continuación de unos 5 capítulos más de esta serie pseudohistórica, que, además de otras cosas, es un auténtico pestiño. Ha perdido la ocasión RTVE de ofrecer a sus espectadores una visión de Viriato, que fue jefe destacado de las guerras lusitanas contra los romanos a mitad del siglo II a.C. Durante unos diez años [-147/-137] mantuvo a rayas a las desanimadas legiones romanas y sembró el terror en Andalucía interior. Galba sólo fue un pretor de paso, pero los malos-malísimos de la histórica fueron el pretor Cepión y el cónsul Popilio Lena, que logró convencer a los lugartenientes de Viriato para que lo traicionasen. El rollo de la serie en torno al chiquilicuatre de Galba, su esposa y sus atractivas esclavas es monumental. Toda la serie se desarrolla en unas tiendas de campaña y unas cuantas de casas del pueblecillo de Viriato. Del contexto histórico de las guerras lusitanas, si te vi, no me acuerdo. En cuanto que me coja a manos se lo diré a unos de los directores de la serie que es vecino mío: Alberto Rodríguez Librero, que afortunadamente ha pasado a hacer películas mejores que esta serie cutre-cutre.