Por una vez en su filmografía, Roland Emmerich ("2012", "El día de mañana", "Independence Day", "Godzilla") no destruye el mundo en una cinta de acción (algo que le apasiona, según suele relatar en sus entrevistas), sino que nos propone una cinta de época bastante más intimista y modesta a lo que nos tiene acostumbrados (en la que ofrece la tesis de que Shakespeare fuera un pseudónimo/impostor para alguien que no quería ser conocido).

"Anonymous" es un film de intrigas palaciegas; lleno de maquinaciones en la sombra, barullos amorosos, engaños, conspiraciones e intrincados intereses. Quien sea fan del cine de Emmerich se sorprenderá al encontrarse con algo con un poco de sustancia por primera vez en su filmografía. Por una vez (y quitando un par frases irrisorias) encontraremos en su cine diálogos y momentos que resultan ponderados, adultos y sazonados, y que no producen ninguna vergüenza ajena... aunque esto se debe fundamentalmente a la etiqueta inglesa con sus sabrosas y exquisitas parrafadas señoriales e hidalgas (no es de extrañar que las palabras de Shakespeare sean las únicas que eleven de manera notable algún que otro momento del metraje). "Anonymous" además tiene cierto gusto narrativo (con un Emmerich que aprovecha las elipsis temporales y que por primera vez no alarga innecesariamente los planos) con una atractiva puesta en escena (aunque nunca memorable), unas actuaciones aplicadas y una trama lo suficientemente culebrera como para distraer durante casi todo el metraje. Y así, entre breves flashbacks de amoríos cortesanos y dinámicas secuencias sobre la estafa del Shakespeare usurpador, los 120 minutos transcurren de forma llevadera... pero eso es todo.

Y es que "Anonymous" en lugar de pincelar minuciosamente sus situaciones y problemas de confabulaciones e hijos bastardos, los deja entrever con breves garabatos poco asentados... y lamentablemente esto también incluye a sus personajes, incapaces de generar la implicación e interés esperados por no haber sido edificados y mimados con anterioridad en la trama como para que nos importen demasiado. Así pues el film no profundiza con ganas en sus situaciones y está a años luz de productos como "Elizabeth". Emmerich está más preocupado en que veamos la rutina de la vida isabelina que en que palpitemos con los sentimientos de sus protagonistas; y en lugar de aupar este culebrón a un vigilante drama de intensisad, matización, mimo, trascendencia y envegadura... lo reduce a un folletín palaciego episódico y anecdótico, entretenido pero falto de expectación en su narración y de hondura y profundización en sus sentimientos.

"Anonymous", a pesar de mostrarnos el producto más sugerente de Emmerich gracias a su premisa y a su envoltura británica (en sets, recitaciones y actuaciones) siempre bien recibida, no evita un sello poco cuidado y rutinario en el desarrollo de unas situaciones breves y sin un drama profundo y cuidado.

Lo peor:...