"Casino" de Martin Scorsese se convierte en un clásico instantáneo ya desde los créditos iniciales y no deja de serlo hasta el final, pues es (junto con otras pocas elegidas como "El Padrino I y II" de F. Coppola, "Los Intocables" de Brian De Palma y "Uno de los nuestros" del mismo Scorsese) de las mejores películas sobre conspiraciones, entramados y escabechinas mafiosas italo-americanas que se hayan visto jamás en la gran pantalla.

La trama se nos narra con la voz en off descarada, guasona y perspicaz de sus mafiosos protagonistas... sobre todo a través de la voz del apostador estratega Ace Ronstein (un Robert DeNiro en uno de los papeles de su vida... y esto es decir mucho, pues el intérprete en otras cintas menores tan solo con su presencia ya aporta un carisma y magnetismo íntimo y cercano. Pero aquí además goza de un personaje hecho a su medida y de cimentadas tonalidades) y del matón Nikki Santoro (un atrevido e insolente (y a veces chistoso) Joe Pesci de gatillo (o puñales o lo que haga falta) fácil que se come a todos y cada uno de sus compañeros cuando aparece en pantalla (incluído a DeNiro) o cuando suelta sus frases (las mejores de la cinta) explicativas y sarcásticas), ambos controlan el casino de Las Vegas Tangiers (por cortesía de la camorra, ¡claro! que es la verdadera dueña y la que se lleva toda la pasta que puede a espaldas de hacienda y de todas las personas que pueden). Y los dos nos van describiendo con dinamismo como se las ingenian para amasar millones y lujos por la cara y para ir sorteando las zancadillas de amigos y enemigos. El guión se encarga de que ambos personajes siempre nos narren con precisión y brillo toda clase de precedentes y argucias interesantes, avispadas, singulares y llamativas para que el espectador se mantenga en todo momento alerta y deseando participar de este juego de táctica y pericia.

Y así lo consigue, pues el libreto es intenso, astuto e inteligente; se desarrolla con equilibrio y puntualización (con una buena presentación de personajes que para nada es excesiva pero sí acabada) cargándose de tonalidades que van desde la profundización en las triquiñuelas más cautivadoras, hasta matices de ironía y autoparodia (hay muchos momentos de inevitable carcajada) que tienen como blanco la denuncia de los entramados del hampa y su sociedad que mira de lado. El libreto además es rematado con corrección en su desenlace dejando un perfecto sabor de boca.

Así pues, con "Casino" el espectador disfruta gustosamente de un potente y seductor juego de estrategias estrambóticas para robar (un tinglado del hampa a gran escala parecido al que el director ofreció en "El lobo de Wall Street", y más que similar a los que tienen montados los políticos de hoy en día), que se entremezclan con las rencillas entre seres queridos/traidores de la "famiglia".

Scorsese además presume en "Casino" de una cinematografía incólume y excelente (aunque no singular). Con una impecable puesta en escena, una excelente iluminación (los juegos de luces y la elegante pomposidad de sus escenarios encandilan tanto que dan ganas de ser una de esas fichas del hampa) y unas transiciones adecuadas (a destacar la descripción visual del casino, que logra entusiasmar incluso a los que odian el juego como yo). El director también acierta en su notable elección de planos (gran abanico de diversos encuadres) que encajan con tino en cada momento y situación... muchas veces haciendo que el lenguaje visual genere sentimientos (ya sea de sorna, de turbación, etc.) en el espectador. Y la banda sonora es acertada aunque no sea original.

El único pero que se le puede poner a "Casino" es que, tan solo se centra en los virajes mafiosos y sus puntos de causticidad, y eso deja sin completar la dimensión más humana, reflexiva y transcendente de sus personajes que, a pesar de estar bien construídos no se les ve protagonizar situaciones de intimismo y reflexión verdadera (el personaje de Sharon Stone regala algún momento de intenso dramatismo, pero (a pesar de que la actriz está sorprendente y en su mejor papel junto a "Instinto básico") no es un personaje que este hecho (ni consiga) para empatizar, pues su elegante cazafortunas psicótica tiene más bien matices burlescos en su gran parte.

Y además, a pesar de que "Casino" sea probablemente el film más concreto de Scorsese (con el montaje más dinámico de su filmografía y el guión más preciso y definido, etc.) y sea de los pocos del director en el que se nos olvida que hemos estado delante de la pantalla tres horas... en un segundo visionado y ya conociéndonos la historia, la duración del metraje es más una losa que otra cosa.

Pero eso sí, esta historia intensa y con aires de comicidad sobre la famiglia y sus enredos en el Tangiers resulta imprescindible a la hora de disfrutarse al menos una vez en la vida para todo cinéfilo (aunque no tenga la seriedad y el poderío visual de los padrinos de Coppola). Es de lo mejor de Scorsese y hace palidecer a su nueva etapa con DiCaprio.

Lo mejor: Joe Pesci y su personaje y frases (por ejemplo...