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España España · MADRID
Voto de Spark:
8
Romance. Drama Benjamin Braddock (Dustin Hoffman) vuelve a casa después de terminar sus estudios universitarios. Es un joven que alberga un gran rencor contra la hipocresía y la corrupción de la sociedad que lo rodea. La señora Robinson (Anne Bancroft), una amiga de la familia, se encapricha de él y lo hace su amante. Pero cuando Benjamin conoce a Elaine (Katharine Ross), la hija de la señora Robinson, todo se complica... (FILMAFFINITY)
22 de mayo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya ha llovido desde que Mike Nichols realizase "El graduado" (una historia de seducciones y enredos amorosos valientes y rompedores para la época, y protagonizados por un entonces debutante Dustin Hoffman en la piel de un recién licenciado que se preocupa por la incertidumbre de su futuro... mientras decide darse a los placeres carnales) y sin embargo parece que el tiempo no pasa a la hora de disfrutarla, zambullirse y sumirse en ella, pues Nichols logra un largometraje hechizante; cargado de potencia sexual, de sarcástico humor y de empática sustancia, un film de guión compacto, cultivado, detallista y mimado, y de notable puesta en escena.

La trama es una adaptación de la novela del mismo nombre de Charles Webb (novela que resulta claramente inferior a su adaptación cinematográfica), en ella se nos narran los acontecimientos que protagoniza Benjamin Braddock (Hoffman) tras acabar la universidad: El joven regresa a la casa de sus padres mientras se plantea su futuro laboral... pero pronto se deja seducir (nunca mejor dicho) por las distracciones materiales y femeninas... algo que acaba conviertiendo al metraje en una pretendida comedia romántica de triángulo amoroso lleno de surrealistas y fuertes embrollos y malentendidos.

El veinteañero Benjamin es seducido por su cuarentona y altamente atractiva vecina, la señora Robinson (Anne Branchford), una mujer completamente insatisfecha en la dimensión sexual de su matrimonio y que busca el júbilo de ese ámbito de su vida en un confundido Benjamin. Benjamin acaba cayendo a los encantos de Mrs. Robinson al igual que lo hace el espectador... pero todo se complica cuando aparece en escena la hija de la señora Robinson de la cual Benjamin se enamora y con la que comparte anhelos, gustos y aficiones de juventud. Es entonces cuando comienza el enredo cómico puro y duro con un Dustin Hoffman como pez en el agua yendo y viniendo, haciendo y deshaciendo burlas y tretas de un lugar a otro.

Mike Nichols se topa con el mejor guión adaptado de toda su carrera como director junto con el de "¿A quien teme Virginia Wolf?" (1966). Pues la conformación de la trama de "El graduado" es realmente dispuesta, completa, redonda y acabada, quizás pudo pulirse aun más en el drama y profundizar más en sus personajes y sus intenciones y deseos (eso parece bastante claro en el personaje de la señora Robinson, cuyas frustraciones tan solo se dejan vislumbrar y que se acaba quedando el tópico en los minutos finales del metraje), pero lo que se nos ofrece posee una más que habilidosa distribución de sus minutos en planteamiento, nudo y desenlace. Los minutos de intensa y perspicaz seducción comienzan casi al instante, y la trama fluye con gran agilidad en líneas generales y casi siempre con escenas interesantes y evolutivas. El libreto lega momentos y situaciones en principio naturales (y más adelante de disparatada comedia) a la par que avispadas y despiertas (ejemplos de ello son la secuencia de seducción de la señora Robbinson en la casa de ésta o la secuencia de "la primera vez" en el hotel), situaciones que resultan inteligentes y perspicaces sin dejar de ser corrientes... es por ello que el espectador se puede sentir identificado sin remedio con las dudas e inseguridades de Benjamin o con sus experiencias sexuales. Son esos continuos guiños a la audiencia lo que hace que "El graduado" atrape e interese sin esfuerzo, el film lo consigue ya en su primer tercio... así que cuando llega el climax del enredo cómico (un enredo divertido que deja varias risas y muchas sonrisas), si bien no está al mismo nivel de empatía y fascinación que el resto del metraje, el espectador lo disfrutará con complicidad y regusto.

Así pues es el guión, junto a las interpretaciones (simplemente en estado de gracia. Hoffman no es el sumun del carisma, pero realiza una actuación cargada de naturalidad, honestidad, connivencia con el espectador y sutileza. Brachford está completamente sobresaliente como señora Robinson, la calidad del film se eleva cada vez que hace acto de presencia y aporta su irresistible sensualidad e incitación, sin ser la actriz con la belleza más común, Brachford logra con un gesto y una mirada más deseos sexuales que miles de desnudos del cine contemporáneo, la actriz resulta ser puro carisma, saca petróleo de su personaje y pedía mucho más tiempo en el guión y en pantalla. Katharine Ross por su parte es la que menos se luce con su personaje, pero nos llega a hacer creer que el personaje de Benjamin se enamore de ella), el punto fuerte del film y su mayor virtud y agarre.

La cinematografía no es muy destacada aunque sí correcta, y la dirección de Nichols por su parte cumple sin más y sin hacer alardes con la cámara. Es una realización, eso sí, de precisión de relojero. Pues, a pesar de limitarse a ofrecer planos cerrados y medios estáticos de sus personajes... y algún que otro plano secuencia subjetivo (a destacar esa secuencia del inicio de la fiesta en la casa de los Braddock), Nichols imprime ritmo, tensión y personalidad a cada escena como corresponde en cada una: cuando se trata de dejar todo el protagonismo a sus intérpretes, le basta con el plano/contraplano (eso sí, midiendo las alturas de cada plano medio y cerrado para dejar claro el rol de dominancia-sumisión entre la señora Robinson y su joven e inexperto amante). Y de la banda sonora original de Simon y Garfunkel poco se puede decir a estas alturas: es un clásico con temas imperecederos y muy bien insertados en la cinta.

En fin, estamos ante un clásico por derecho propio, un metraje icónico y siempre disfrutable, un film jovial, mordaz y ocurrente, identificativo al principio y guasón al final. No es perfecto, le sobran algunas (aunque muy pocas por fortuna) escenas del personaje de Hoffman mirando a la nada, y su deriva en la comedia disparata le hace un feo a lo que en principio eran sus personajes. Pero no por ello deja de ser una cinta notable y del todo recomendable.

Lo mejor:...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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