Adaptación en la gran pantalla de la novela de dramas y aventuras históricas "El médico"; en ella se nos relata como un joven británico y creyente cristiano, pero ávido por ampliar sus conocimientos en medicina, se hace pasar por judío y realiza un viaje a la antigua Persa para aprender del médico más afamado de la historia de aquella época de la Edad Antigua: Ibn Sina (más conocido en la historia como en famoso Avicena), un erudito musulmán.

La historia que nos presenta "El médico" no es rica sino riquísima, y muy mal se tenía que haber plasmado en la gran pantalla como para no ofrecer algo al menos interesante y apetitoso. Y esta superproducción alemana muy mala precisamente no es, así que "El médico" nos conduce por una trama sustanciosa de investigaciones y prácticas médicas por entonces primerizas y noveles pero sumamente importantes e interesantes.

El relato de este joven deseoso de curar las dolencias y de explorar la medicina en tiempos de los romanos después de Cristo (donde solo se confiaba en la gracia de Dios, y en unos "barberos" con prácticas de lo más rudimentarias y supersticiosas), lo que le lleva a codearse con "sanadores" más cultos y sabios (el protagonista hace buenas migas con la medicina judía y con la sabiduría en este campo que había por Oriente: la cuna de la medicina) y a querer realizar la primera autopsia de la historia (algo prohibido y considerado como práctica de magia negra por parte de todas las religiones) no es un relato sorprendente (aunque sí enriquecedor tanto históricamente hablando (no es que existiera el tal Cole protagonista pero si la sociedad de su entorno) como a nivel médico), pero esta muy bien contado, con dilección, ímpetu y sentido del ritmo. Su desarrollo argumental se va llevando con naturales diálogos y con una precisión notable y gustosa para todo público... que se topará con una historia de mayor solidez y trascendencia a lo que el cine comercial tiene acostumbrado a nivel general (me viene a la mente, en cuanto a viajes orientales se refiere, la falta de fundamento y total divagación que realizó Russell Crowe en su debut como director en la olvidable y reciente "El maestro del agua").

Así pues esa temática de averiguaciones médicas (que nos llevan desde enderezar huesos y arrancar dientes hasta inaugurales operaciones, pasando por sangrías con sanguijuelas) se lleva con vivacidad, impulso y síntesis... lo que agradecerá cualquier espectador ávido de observar algo versado y con intelecto en el cine (también ayudará el que se tenga cierto gusto por la medicina, admito que es mi caso). Aun así sucede que la trama médica aun pudo dar muchísimo más y mejor (desde luego la investigación del cuerpo por parte de Rob Cole (Tom Payne) pudo ser más interesante y detallada sin lugar a dudas), sin embargo el film decide gastar algunos minutos en un romance tan tópico como soso (aunque no llega a desentonar del todo) y algunas escenas de fanatismo religioso que, si bien no trata a los líderes religiosos como unidimensionales malvados con música de terror cada vez que aparecen (no miro a nadie, cine español), alarga los momentos de melodrama del protagonista contra estos religiosos innecesariamente (esos minutos que se gastan en estas tramas... pudieron aprovecharse en el estudio de la medicina y las travesías del protagonista alrededor del mundo). Pero esos minutos de tópico titubeo por fortuna son las excepciones a la regla de una cinta que cuida con vehemencia y mucho gusto sus aventuras de patologías y viajes... aunque la subtrama de los viajes exóticos se mima fundamentalmente por su esmero y belleza en su diseño de producción más que por su guión (que se centra más en los avatares del protagonista Rob Cole (Payne) por la terapias y curaciones que por las travesías desérticas).

Desde luego la puesta en escena de "El médico" es de las mejores que he visto en los últimos tiempos en cuanto a cine histórico se refiere; con unas interpretaciones estupendas e innatas (aunque ninguna destaque en particular con nota) capitaneadas por un Tom Payne que sostiene el metraje con agrado, con un diseño de escenarios sublime que ya querrían algunos blockbusters norteamericanos de época (me vienen a la mente "Prince of Persia" o "La momia"), la cinta nos transporta a su exótico mundo con una elegancia, una distinción y un gusto arrebatadores. Hay un uso soberbio de la naturaleza boscosa, de las arquitecturas de piedra y de lo vetusto de ciertas callejuelas. La cinematografía es de una calidad inmejorable. La fotografía es asombrosa y una delicia en cada plano que es un cuadro merecedor de observarse con deleite (el vestuario se mima al detalle con tonos grises y ocres para casar con la fotografía). Y la realización de Stolzl no presume de alardes pero sabe donde situar siempre la cámara con gran acierto.

En fin, "El médico" no es un film perfecto en su adaptación (desde luego el libro sigue siendo infinitamente mejor) y el guión pudo ser aun más trabajado, versado, perspicaz y culto en las tramas más jugosas (y así haber dejado esos minutos de romance insulso y anodino a un lado), pero son más las virtudes que los defectos del film que quedan prácticamente difuminados por un conjunto que cuenta con una temática y trama relevante, significativa y sugerente, desarrollada con decencia y vehemencia... y acompañada por una puesta en escena maravillosa de impresionantes parajes muy bien encuadrados.

Interesante, suculenta y muy recomendable. En mi caso volveré a ver el film sin duda. La mejor película de producción alemana que he visto (aunque no era muy difícil, pues el cine alemán no se caracteriza por su calidad precisamente).

Lo mejor: Todo lo que el guión ocupa en las tramas médicas. La fotografía, SENSACIONAL.
Lo peor: Todo lo que el guión ocupa a la forzada historia de amor o a las planas ejecuciones religiosas (afortunadamente son pocos esos minutos). Que las tramas médicas aun pudieron dar mucho más.