Salvo rarísimas excepciones, los cortos de animación Pixar son extraordinarios. Y "Jack-Jack Attack" no es una excepción (y mantiene el buen nombre y reputación de la factoría).

En él se nos relata lo que sucedió realmente en eso que dejábamos a nuestra imaginación en el film "Los increíbles"; cuando escuchábamos los cada vez más nerviosos mensajes en el contestador de la vecina que se quedó a cargo del más pequeño de "Los increíbles" (Jack-Jack, un adorable "superbebé" con sus "superhabilidades" aún en fase de desarrollo).

Y aquí Pixar vuelve a ser lo que siempre suele ser: algo hilarante, distinguido y, sobre todo alegórico y alusivo (como otras críticas aquí comentan, yo tampoco he tenido que lidiar con un bebé con "superpoderes", pero como también comentan por aquí... también he visto mi reflejo con esas sensaciones (aquí multiplicadas por mil de manera fantástica y jocosa) que experimenta esta peculiar pero identificable canguro).

Brad Bird escribe y dirige con excelencia una inefable y "pixariana" noche de canguro, donde el bebé es un "superbebé" y sus travesuras son "supertravesuras"... mientras que la corriente pero carismática canguro, que es sin duda la estrella del corto y el punto de identificación con el espectador (Kari es un personaje que de nuevo se convierte en otro descubrimiento creativo de Pixar. A los cuatro segundos de verla ya reconocemos completamente a esta niñera adolescente resabidilla, cumplidora y de fuerte personalidad que adora a los niños y alegra al prójimo entre ceceos de aparato dental. Maravilloso su doblaje ya sea en versión original o doblada, y maravilloso su diseño animado), trata de poner un orden lógico ante tanta loca anarquía de superrealistas barrabasadas.

Nosotros reconocemos esas sensaciones que van desde la tensión de tener a una criaturita ajena a nuestro cargo... y que llegan hasta la simple y caótica supervivencia de trastada a trastada para con el adorable irresponsable con el que nos ha tocado lidiar.

Y así, desde la cuarta pared observamos de manera relajada, desahogada, empática, simbólica y desmesurada esta catarata de desternillante surrealismo y delicioso desenfreno que deja varias risas y multitud de cómplices sonrisas en este duelo Kari/Jack-Jack.

Pero cabe destacar que Brad Bird no se limita a ofrecer tan solo un divertido y socarrón nudo de gags de travesuras, Bird construye el breve relato con perfección y nos mete en situación de una manera que resulta imposible escapar. Aporta una introducción (y desenlace) al relato verdaderamente fundamental y necesario para redondear el conjunto, con un elegantísimo estilo en homenaje al género más clásico de misterioso espionaje... que colisiona de manera genial con el género humorístico.

Y esa es la tónica por la que también se desarrolla el corto: la unión de un refinado estilo (por cierto, perfecta la elección musical en sus momentos) que homenajea varios géneros de pavor... con la cómplice y alegórica diversión de ocurrentes risas aseguradas.

En fin. Una "mini-obra" de lo más avezada de Brad Bird muy recomendable para cualquier tipo de público.

Lo mejor: El personaje de Kari. La empatía. La elegancia de la prestancia del corto (su animación, su música, su edición).
Lo peor: ...