Disney adapta el musical de Broadway de los años 70 "Into the Woods", que compila cuatro cuentos clásicos de los hermanos Grimm (Caperucita Roja, Cenicienta, Jack y las habichuelas mágicas, y Rapunzel) en un solo relato usando como nexo a una pareja de panaderos (Emily Blunt y James Corden) y a una bruja (Meryl Streep) que ordena a la pareja recoger varios objetos mágicos de los personajes de estos cuentos para realizar un hechizo.

La magia que se espera de un "clásico Disney" no se encuentra por ninguna parte en esta adaptación de Broadway de Rob Marshall, que no consigue regalarnos momentos memorables, personajes imperecederos o música inolvidable (las canciones son olvidables y nada dignas para ser de Sondheim). Despidiéndonos pues como espectadores del hechizo y la evocación (que nadie se espere algo al nivel de "Mary Poppins", "La Bella y la Bestia", "El Rey León" y demás), aún podemos entretenernos con "Into the Woods", que goza de una historia configurada y estructurada de manera aceptable, de un diseño de producción notable, y de un reparto de lujo con unas voces asombrosas.

Sin que tenga una realización memorable y unos planos o edición sobresalientes, el director de "Chicago" se desenvuelve bien con sus personajes y por los escenarios de estos bosques. El film también ofrece unos correctos efectos especiales (sin ser asombrosos y destacados), unas buenas caracterizaciones (destaca sin dudarlo la caracterización de Meryl Streep como la bruja del cuento) y unos escenarios inmersivos (aunque no se acierte demasiado en la fotografía, excesivamente poco contrastada e iluminada).

Pero lo que más ayuda a sostener el metraje como un entretenimiento tolerable es el reparto de la cinta. Aun teniendo personajes planos, superficiales y unidimensionales en los que meterse, los actores aportan una gran naturalidad y una buena presencia (aunque no consiga ninguno de ellos un carisma inolvidable), todos los intérpretes (Baranski, que ya tuvo un papel mucho más jugoso en el "Chicago" de Rob Marshall, Corden, Depp, Magnussen, Mauzy, Kendrick, etc.) cumplen con franqueza y carácter sin despeinarse. Pero vale destacar a los que además sacan petróleo de unos papeles poco esforzados en el libreto: los niños Daniel Huttlestone y Lilla Crawford que resultan tan espontáneos como intensos en sus roles y son una grata sorpresa, Chris Pine que está arrebatador como príncipe del cuento, Emily Blunt que ya es mucho más que una promesa y vuelve a demostrar genialidad y complicidad en la comedia, y Meryl Streep que, como casi siempre, es lo más destacado del reparto y está notable como bruja. Los actores no solo demuestran buen hacer, sino que se lucen en las canciones. Los encargados de llevar a la gran pantalla "Into the Woods" no solo han conseguido buenos actores, sino también grandes voces (a destacar a Steep y su excelente manera de recitar y de cantar. La actriz pretendió comenzar su carrera como intérprete de ópera... y se nota).

Lo malo de "Into the Woods" viene con la (a veces insultante) planicie en el desarrollo de la historia; los momentos y situaciones no se esfuerzan y se cargan de pereza, redundancia, superficialidad, simpleza y desinterés. "Into the Woods" se nutre de demasiados detalles accesorios, de personajes triviales, de excesiva estupidez y de reiteración hastiante. Esto hace que el espectador adulto pueda perder en varios puntos el interés por el metraje (y con razón)... y ¡ojo que los críos también! pues "Into the Woods" tiene un metraje algo excesivo para querer ser un film familiar (más de dos horas) y le sobra todo el último tercio que resulta algo obviable y poco coherente dado el tono pretendidamente familiar del film (esos minutos van a confundir a más de un niño, más en spoilers).

Como resultado tenemos una trama que comienza con coherencia y buena estructuración... pero en la que al final los personajes se olvidan (aparecen y desaparecen sin ton ni son y sin venir a cuento... nunca mejor dicho) y se dan pocas (o ninguna) explicaciones a sus tontos enredos desarrollados de forma vacua.

En fin, al menos sirve para entretenerse gracias a su puesta en escena, a su cadencia (algo irregular pero tolerable) y a sus interpretaciones. Pero la magia que quiere conseguir el film no se logra por desgracia.

Lo mejor: Meryl Streep y su papel (sin ser de sus mejores y más destacados trabajos), no sería de extrañar que fuera nominada a múltiples galardones dado el año tan flojo en cuanto a interpretaciones se refiere.
Lo peor: El guión adaptado...