Disney, Jerry Bruckheimer, Gore Verbinski, Hans Zimmer y Johnny Depp (estudios, productor, director, compositor y actor respectivamente); quinteto que se encargó de trasladar a la pantalla los 3 primeros éxitos de "Piratas del Caribe", trató de repetir fórmula y éxito en 2013 con este reboot del héroe de serial radiofónico de los años 30 (que poca suerte ha tenido en el cine, dicho sea de paso): un ranger de Texas (sí, como Chuck Norris xD) que, enmascarado, trata de hacer justicia en el lejano Oeste (con la ayuda de su amigo y sidekick: el indio Tonto) así como vengar la muerte de su hermano.

Verbinski nos narra los orígenes del justiciero mientras que a su vez se enfrenta ante su primer gran villano y su respectivo (y predecible) complot. Así pues, el director nos propone una cinta de aventuras clásica y presumible que, siguiendo el estilo de la saga de "Piratas del Caribe", tiene un tono de absoluta irreverencia e infinitos tintes de autoparodia.

Confieso que no soy una gran fan de la saga "Piratas del Caribe" (la considero un entretenimiento banal con guiones poco relevantes y personajes superficiales), pero aquellas cintas estuvieron más acertadas que ésta que nos ocupa en todos sus guiños humorísticos, su banda sonora, su ambientación, sus interpretaciones, la configuración de sus aventuras y sus personajes... "El llanero solitario" sin embargo tiene varios problemas con estos elementos, es por ello que su insustancial aventura y personajes se ponen más en evidencia que en aquellos espectáculos piratas.

"El llanero solitario" no es tan distraída como "Piratas del Caribe" ni tan entretenida como cualquier cinta que se precie de aventuras para toda la familia. ¿Por qué? pues porque el desarrollo de su aventura y sus lances en su mayor parte no es el atinado (la exposición de acontecimientos y personajes es excesivamente vago, dejado, perezoso e indolente; su progreso irregular y taciturno; los diálogos desinteresados y facilones, las explicaciones exageradamente pueriles, su bobo humor no funciona en su mayor parte...), el actor protagonista tiene cero carisma y empuje (mira que Orlando Bloom no es de mis actores predilectos pero en comparación con Armie Hammer, Bloom estaba de Oscar en "Piratas del Caribe"), y la banda sonora de Hans Zimmer (quitando el tema principal que no es suyo) no está a la altura de un film de hazañas de época (me vienen a la cabeza maravillas como las de James Horner en "La máscara del Zorro", el mismo Zimmer en "Piratas del Caribe" o "Gladiator", etc.).

Así pues, con la combinación de todos estos errores en su desarrollo, el film se hace despegado, desinteresado, monótono, espeso, lentorro (¿cómo es posible que una cinta que ofrece aventuras infantiles y quiere llevar a las salas a toda la familia dure casi tres horas? ¿tres horas de simpleza? eso no lo aguantan los niños desde luego)... e incluso resulta una pérdida de tiempo durante su primera mitad que por desgracia sobra directamente por la manera de ser llevada en el libreto (sí sí, sobra media película). La cinta no acaba de encontrar su rumbo hasta que está muy avanzada (así que su disfrute es relativo).

Es cierto que en su segunda mitad y ya con la acción más motivada y camino a una complaciente resolución, "El llanero solitario" se hace más disfrutable (esos minutos más certeros y diestros en el guión lucen la puesta en escena (que siempre es durante el film bastante notable. Pues, aunque no sea algo único e inigualable, "El llanero solitario" tiene una cinematografía brillante, unos efectos especiales maravillosos, un gran vestuario y maquillaje, un diseño de producción admirable, y una realización acertada) de gran espectáculo. Pero no parece de recibo tener que esperar media película para gozar del enaltecimiento a la aventura (esos deleitosos minutos finales demuestran que la cinta funciona mejor como lance épico que como parodia o drama). En "El llanero solitario" hay que tener paciencia hasta encontrar la diversión tras muchos minutos desperdiciados y eso nunca es bueno.

Esos minutos y todos en los que aparecen Johnny Depp y Helena Bonham-Carter (que, con sus carismas sacan petróleo de sus personajes) se hacen encantadores y cómplices, y dejan un regusto de que lo que hemos visto no es un desastre total en cuanto al género se refiere. Pero desde luego, para películas de aventuras... las hay mejores, más disfrutables y más fluidas.

Lo peor: La primera mitad. La torpeza y discontinuidad del desarrollo del guión. Armie Hammer
Lo mejor: La segunda mitad. Helena Bonham-Carter como cínica "madame" de época. Johnny Depp haciendo el tonto. El diseño de producción. La cinematografía. Sus buenas intenciones.