Séptima adaptación al cine de una novela romántica de Nicholas Sparks tras "Mensaje en una botella" (1999), "Un paseo par recordar" (2002), "El diario de Noa" (2004), "Noches de tormenta" (2008), "Querido John" (2010) y "La última canción" (2010). Quien se disponga a visionar una adaptación Sparks en el cine y sea conocedor de la tónica de este tipo de films, sabrá que nos encontraremos con un melodrama romántico clásico que incluye personajes arquetípicos... pero que siempre es llevado a escena con elegancia y con ciertos giros de intensidad emocional impactante. Y quien no conozca las adaptaciones fílmicas de Sparks, se topará con una cinta romántica de un cuidado y estilo superior a la media (y por lo tanto más satisfactoria).

La trama nos lleva de nuevo por una historia de amor y, al contrario que en la mayoría de las novelas de Sparks donde la diferencia entre clases sociales es el "obstáculo" a batir por la pareja de enamorados, en "Cuando te encuentre" las trabas que se presentan esta pareja son traumas bélicos pasados y algún que otro ex perverso. El argumento de "Cuando te encuentre" no es ni peor ni mejor que el de "Noches de tormenta", "El diario de Noa" o "Querido John" y ofrece los mismos ingredientes eficaces pero resobados por el autor (bucólicos paisajes, personajes galantes y apolíneos, y virajes nutritivos en su carga de tensión dramática).

El desarrollo argumental no se sale en ningún momento de lo formulaíco (el ex es un "malo maloso" con una justificación a su maldad muy mal garabateada, el propósito de este personaje es hacer el mal sin más. Los protagonistas son "buenos muy buenos". El niño aporta los toques de ternura obligados, y la abuela el toque de diversión y desenfado), y sin embargo prevalece en su cometido de inmiscuir al espectador con una curiosidad y una exaltación crecientes en su desarrollo argumental. Pues si bien la cinta comienza algo plana y tópica, la destreza a la hora de jugar con sus siempre jugosos elementos es manifiesta y delicada. Los detalles de su argumento no descubren la pólvora, pero se ponderan con armonía, firmeza, sazón y congruencia... llegando al punto álgido de su climax y desenlace con implicación y sabor para con el espectador.

Esos mimbres son suficientes como para ofrecer un metraje de romance superior a la media habitual en el cine, y con mayor nervio, enredo y recreo en su desarrollo argumental que un film de estas características que no tuviera a Sparks en la autoría. Pues el resto de sus elementos son aptos pero en ningún caso notables. Zac Efron se muestra a nivel general preciso, pero tiene puntos en los que deja de un lado la naturalidad para pasar a lo impávido, le gana la batalla actoral una menos conocida y más carismática Taylor Schiling... aunque ninguno de los dos es capaz de imprimir una química irrepetible que eleve el nivel del metraje más allá del provechoso tirón de su guión. Las interpretaciones de mayor nivel vienen en este caso por los secundarios; un Jay R. Ferguson que aporta con su actuación un natural y temido carácter a un villano de manual, y una Blythe Danner que resulta un alivio cómico desenvuelto.

A la puesta en escena le sucede lo mismo, no resulta cargante o molesta, pero se presenta en su cotidianeidad al nivel del telefilm de sobremesa habitual (que suele relatar también tramas románticas sin tanta elegancia y tacto como lo hacen las adaptaciones de Sparks).

En definitiva nos encontramos ante una cinta de género muy eficiente en su ejecución argumental... tanto que tan solo con ese aliciente es suficiente como para resultar un largo superior a lo ofrecido en un género habitualmente huero y frívolo. Muy recomendable a todo fan del género del romance, y recomendable a todo cinéfilo que desee acercarse al tono de estas cintas (pero quien no las soporte ni esté abierto a ellas, que ni se acerque pues "Cuando te encuentre" no es una cinta que abarque algo más más allá de su acotado género, no es un film que trascienda géneros ni resulte indispensable a todo cinéfilo).

Lo mejor: El enredo depurado del guión en su tercer tercio.
Lo peor: Los tópicos andantes que pululan en el inicio del relato sin alivios argumentales de otro tipo.