Me gustaría empezar esta crítica poniéndola un poco en contexto. Aunque no le tengo una gran nota no significa que la considere una mala película. Simplemente creo que es un película con muy poco vuelo, poco ambiciosa y por lo tanto muy simple, lo que no es esencialmente malo. A la hora de puntuar una película siempre me gusta compararlo la puntuación de un ejercicio gimnasta. Es decir, has hecho un salto de 8 y la ejecución ha sido un 8, lo has hecho perfecto pero nunca podrás tener un 10. Creo que se entiende la comparación.
Looking for Eric es una película menos ambiosa que otras (que no peor, insisto) del dúo Loach-Laverty. Alguna de las razones por las que creo esto son:
- Abandona el protagonista colectivo o por lo menos el intento de conseguir, de facto, uno. Eric en ningún momento es el representante, a través del juego metonímico, de su clase social. Todos sus problemas son de índole personal, es decir, sus problemas no son compartidos por sus semejantes o camaradas.
- La resolución del problema también es personal. No hablo de la catarsis final donde toda la comunidad se une para solucionar un conflicto. Esta película nos vende el mensaje simplista e incluso neoliberal de que la solución está dentro de ti. Entiendo que las visiones de Cantona ayudan a Eric a reforzar su autoconfianza y a buscar su propio respeto. Pero cuanto menos es sobresimplificar un problema con tantas aristas como puede ser la depresión.
La sobresimplificación es una cuestión que rodea la película, de ahí la falta de ambición de la que hablo. Algún otro elemento digno de comentar relativo a este tema podría ser:
- La figura del icono o del ídolo como esa figura inquebrantable que nos infunde valor debido a la admiración que sentimos por él o ella. Entiendo perfectamente que un futbolista pueda significar esto para alguien, pero una vez esta idea toma forma, no avanza hacia ningún lado. Yo vería mejor una descripción de un icono más plana, casi como las pinturas rusas, cuatro trazos que me interesan, un idealización: valentía, creatividad, pasión y rebeldía; por ejemplo. Al fin y al cabo el Cantona que sale de la mente de Eric no debería ser más complejo que eso. También se podría ir hacia el otro extremo en una especie de juego de realismo mágico y dotarle a Cantona de una personalidad total, donde la agresividad, prepotencia y mala educación tuvieran su papel, explorando, de este modo, la conveniencia de idolatrar a ciertas personas que a la fuerza deben tener pies de barro. Al final, otra vez, se queda a medias presentándonos una especie de coach emocional que nunca te crees que pueda salir de la mente de Eric (habla francés!?) y de una simpleza abrumadora.
- El fútbol (más concretamente la afición al fútbol) como último reducto de comunitarismo. Estoy bastante de acuerdo bajo ciertas acotaciones esta afirmación pueda ser cierta. El fútbol en Inglaterra es especial. Y lo es porque tiene un gran arraigo con el laboralismo histórico. El fútbol primero que en ningún sitio se juega en las fábricas, especialemente en el norte de de Inglaterra (véase Manchester, Blackpool, Bolton, Leeds, Liverpool, Sunderland, Newcastle, etc). Reconozco que echo algo de menos algún mensaje de lo que significó ser fan del United en el pasado y lo que significa ahora siendo un club gigante postglobalización (hai una conversación en el pub que alude a esto muy de puntillas). Por otro lado igual me lo creería más con un equipo más pequeño, donde esos rasgos comunitarios no estuvieses tan diluidos, no sé vosotros, pero mi idea de “Manchester United” es muy diferente a lo vemos en la película y más parecida a lo que en España significa ser del Madrid o del Barcelona, es decir, mucho branding, mucha doctrina del winner y poco comunitarismo.
Paso en seguida a enumerar los detalles que funcionan y que convierten esta pelicula cuanto menos en entrañable...pero no puedo pasar por alto esa música y esos flashbacks realmente terribles. Cuando ves a Ken Loach te esperas estos arranques de "cutrerío", pero dado que esta película tiene tan poco de lo mejor de Ken Loach, quizás destaque más (para mal). Pero pasemos a lo que más me gustó:
- La familia extendida (los amigos). Eric poco a poco empieza e incorporar elementos a su familia, una familia que construye de cero (está totalmente deprimido, no siente que tenga a nadie). Agarrándose a su hija Sam y su nieta consigue recuperar al gran amor de su vida (recuperar para su vida, me refiero). Esta confianza le permite seguir agrandando su familia recuperando a su hijastro y su otro hijo con diferentes armas. Ganándose admiración del pequeño y respeto del segundo, básicamente convirtiéndose en lo que debe ser un padre según los cánones tradicionales. Y finalmente en el mejor giro de la película decide incorporar a sus amigos. Y ahí está la clave, cuando tus amigos participan de la toma de decisiones en tu vida, automáticamente les has subido de rango, lo que vine a llamar la familia extendida. Este es mi juego favorito de la película, dónde el mensaje de esperanza prende de una mejor manera.
- Todas las simplificaciones que hace la película funcionan a la hora de dar el mensaje positivo de unión, familia, esperanza. El final feliz es fundamental para entender la película. Los personajes de Laverty-Loach suelen ser personas navegando contra las adversidades sociales provocadas por las políticas injustas creadoras de monstruos, y suelen fracasar de manera lógica y coherente. En esta película aparece un clásico giro de estos dos cineastas, que es la cena en familia. Tenemos por un lado el momento álgido dónde las cosas parece que pueden mejorar, la esperanza nos inunda a todos, ¡podemos salir de esta! Pero automáticamente hay una redada y todo se va a la mierda. En otra película suya todo seguiría el mismo camino yéndose al fondo inexorablemente, en esta, creo que con acierto, nos dan un respiro y tenemos un merecido final feliz.