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Voto de Carmen:
10
7,3
40.775
Romance. Drama
Jesse y Celine se conocieron en un tren y pasaron juntos una noche inolvidable paseando por Viena. Aunque prometieron encontrarse de nuevo seis meses más tarde, esa cita nunca llegó a producirse. Nueve años después, se vuelven a ver, pero esta vez en París. Jesse, que está de gira promocionando una novela, la ve en la librería donde está firmando ejemplares. Ella vive desde hace tiempo en París; él, en Nueva York. Jesse inmediatamente ... [+]
1 de enero de 2012
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un día en el que no tenía nada que hacer, estaba yo navegado por los tours de Filmaffinity buscando películas interesantes. De repente, mi hermano mayor pincha en una tal ANTES DEL AMANECER y me dice: "Esta es preciosa, deberías verla." Yo no suelo guiarme por el criterio de mi hermano (teniendo en cuenta que le gusta Kill Bill), pero al leer en la sinopsis que la acción transcurría en Viena, la puse en las peliculas yonkis enseguida.
Ese mismo día, cien minutos después.
OMG. Literalmente, esa era mi expresión. "¡Es la mejor película que he visto en mi vida!", pensé. Sencilla, sin artificios, ni amores entremezclados con odio, ni frases cursis, ni únicamente escenas de sexo. Todo lo que busco en una película romántica. Y encima ese final abierto. ¡Me había enamorado de Jesse y Céline!
Estaba a punto de irme a la cama cuando de repente descubro que había secuela. ¡Por Dios! Jesse y Céline se vuelven a encontrar, ¡y esta vez en París! Cuando leo que la cita no se produce, me quedo un poco desencantada y recelosa, preguntándome por qué no se volvieron a encontrar seis meses después tal y como prometieron. Al igual que Jesse, supuse que algo grave tenía que haber pasado. No me equivocaba.
Después de ochenta minutos, vuelvo a quedar encantada y algo asustada. ¡Era una cínica! Aunque las dos películas son una, al cabo de terminar de visionarlas, sólo quería ver las de ANTES DEL ATARDECER. Como Céline, las imágenes de aquella noche vienesa habían quedado muy claras en mi mente, y quería volver a ver las escenas de un reencuentro, para ver de verdad si se habían echado de menos, si se habían amado en silencio durante nueve años. Y así fue.
Los diálogos, los paseos, las miradas nostálgicas y sobre todo ese hermoso vals permanecen en mi retina desde entonces.
Cuando Céline le cuenta a Jesse por qué no pudo asistir a su encuentro me quedé pensando: "Maldita abuela, no se podía haber muerto unos días después", pero en seguida me arrepentí. Si mi abuela hubiera muerto ese día, sin duda me quedaría en mi pueblo para darle el último adiós antes de ir con un chico al que conozco de una noche que, después de un tiempo, podría haberse convertido en un capullo.
Aunque si bien es cierto que esta segunda parte rompe un poco el encanto de la primera, te das cuenta que la vida no es siempre así de bonita y fácil. Si se hubieran encontrado aquel Diciembre de 1994, probablemente estarían juntos desde entonces y no se hubieran dado cuenta de lo que es la vida y de lo mucho que se querían.
Ese mismo día, cien minutos después.
OMG. Literalmente, esa era mi expresión. "¡Es la mejor película que he visto en mi vida!", pensé. Sencilla, sin artificios, ni amores entremezclados con odio, ni frases cursis, ni únicamente escenas de sexo. Todo lo que busco en una película romántica. Y encima ese final abierto. ¡Me había enamorado de Jesse y Céline!
Estaba a punto de irme a la cama cuando de repente descubro que había secuela. ¡Por Dios! Jesse y Céline se vuelven a encontrar, ¡y esta vez en París! Cuando leo que la cita no se produce, me quedo un poco desencantada y recelosa, preguntándome por qué no se volvieron a encontrar seis meses después tal y como prometieron. Al igual que Jesse, supuse que algo grave tenía que haber pasado. No me equivocaba.
Después de ochenta minutos, vuelvo a quedar encantada y algo asustada. ¡Era una cínica! Aunque las dos películas son una, al cabo de terminar de visionarlas, sólo quería ver las de ANTES DEL ATARDECER. Como Céline, las imágenes de aquella noche vienesa habían quedado muy claras en mi mente, y quería volver a ver las escenas de un reencuentro, para ver de verdad si se habían echado de menos, si se habían amado en silencio durante nueve años. Y así fue.
Los diálogos, los paseos, las miradas nostálgicas y sobre todo ese hermoso vals permanecen en mi retina desde entonces.
Cuando Céline le cuenta a Jesse por qué no pudo asistir a su encuentro me quedé pensando: "Maldita abuela, no se podía haber muerto unos días después", pero en seguida me arrepentí. Si mi abuela hubiera muerto ese día, sin duda me quedaría en mi pueblo para darle el último adiós antes de ir con un chico al que conozco de una noche que, después de un tiempo, podría haberse convertido en un capullo.
Aunque si bien es cierto que esta segunda parte rompe un poco el encanto de la primera, te das cuenta que la vida no es siempre así de bonita y fácil. Si se hubieran encontrado aquel Diciembre de 1994, probablemente estarían juntos desde entonces y no se hubieran dado cuenta de lo que es la vida y de lo mucho que se querían.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En esa tesitura, lo único que no me gustó es que Jesse estuviera casado y con un hijo. Pero claro, después te enteras que no es nada feliz, y entonces sonríes maliciosamente. ¡Si tan sólo se diera cuenta que la felicidad está a unos pasos de él! Pero no es tan sencillo, para eso hay que darse cuenta en el momento preciso. Por eso no pude evitar reírme como una tonta cuando Céline le dice: "Pequeño, creo que vas a perder ese avión", y él le responde, henchido de felicidad: "Lo sé", mientras ella sigue bailando al ritmo de Nina Simone y la pantalla se funde a negro.
En definitiva, para ser feliz hay que ser uno mismo, desear cosas, aprovechar las oportunidades, aprender de los errores, luchar por lo que crees, mantener viva la esperanza y seguir amando con la misma intensidad de cuando tenías veinte años (aunque hay personas que no lo recuerdan.)
¿Y vosotros? ¿Dejarías escapar por segunda vez al amor de vuestra vida?
En definitiva, para ser feliz hay que ser uno mismo, desear cosas, aprovechar las oportunidades, aprender de los errores, luchar por lo que crees, mantener viva la esperanza y seguir amando con la misma intensidad de cuando tenías veinte años (aunque hay personas que no lo recuerdan.)
¿Y vosotros? ¿Dejarías escapar por segunda vez al amor de vuestra vida?