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Voto de DamKowalskiCaz:
8
7,5
26.133
Thriller. Drama
El joven Malik El Djebena (Tahar Rahim), un francés de origen árabe, ingresa en prisión para cumplir una pena de seis años. Aunque al principio la vida en la cárcel le resulta muy dura porque está completamente solo, se adapta rápidamente y, gracias a su carisma, se gana poco a poco la simpatía de los miembros de la mafia corsa, que tienen sobornados a los guardias y controlan todo lo que pasa en prisión.
14 de junio de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo primero que pasa por mi cabeza mientras estoy viendo Un Profeta (A Prophet, 2009), es el posible nuevo enfoque dentro de la escena francesa màs industrial, o de autor. Un enfoque renovador. Algo que no pasa demasiado seguido en el cine galo.
Està bien, usted me dirà que esta es una pelìcula de manual sobre presos. No se trata de Alcatraz (Don Siegel, 1971). Si bien toma cosas de esta obra maestra, la encontrarìa màs cercana a la maravillosa Un condenado a muerte se escapa, de Robert Bresson.
El cineasta parisino (seguidor de Scorsese), que cuatro años atràs nos habìa sorprendido con su ùltimo film -nueva versiòn de Fingers, obra de los años setenta de James Tobak- ahora trabaja con el gènero carcelario (con sus sìmbolos de amistad, sus planos cenitales, la càmara puesta en bambalinas), y hace algo bien distinto. Su acercamiento al gènero -y al cine dicho sea de paso-, en lo formal, es más bien estadounidense, y en lo narrativo, me recuerda al cine que se hacìa en la època del mencionado film de Tobak. Pero en la aproximaciòn hacia sus personajes y en el modo de dirigirlos, ahì si que se acerca al cine de su paìs.
El director toma el gènero, y roza sus tòpicos -las citadas lealtades- pero hace algo de veras interesante. Tambièn se mete con los tìtulos de gànsters, con sus còdigos, y muestra los ya sabidos procederes de èstos, pero lo hace de una manera tan original y ùnica, que es allì creo donde produce su encanto.
El profeta Audiard lo hizo, y lo hizo muy bien. Aunque en esta realidad -la nuestra- no se trate de una predicciòn, sino de un verdadero talento. Una pena que se haya puesto a dirigir hace poco tiempo.
Mientras tanto, esperamos otra genialidad.
Està bien, usted me dirà que esta es una pelìcula de manual sobre presos. No se trata de Alcatraz (Don Siegel, 1971). Si bien toma cosas de esta obra maestra, la encontrarìa màs cercana a la maravillosa Un condenado a muerte se escapa, de Robert Bresson.
El cineasta parisino (seguidor de Scorsese), que cuatro años atràs nos habìa sorprendido con su ùltimo film -nueva versiòn de Fingers, obra de los años setenta de James Tobak- ahora trabaja con el gènero carcelario (con sus sìmbolos de amistad, sus planos cenitales, la càmara puesta en bambalinas), y hace algo bien distinto. Su acercamiento al gènero -y al cine dicho sea de paso-, en lo formal, es más bien estadounidense, y en lo narrativo, me recuerda al cine que se hacìa en la època del mencionado film de Tobak. Pero en la aproximaciòn hacia sus personajes y en el modo de dirigirlos, ahì si que se acerca al cine de su paìs.
El director toma el gènero, y roza sus tòpicos -las citadas lealtades- pero hace algo de veras interesante. Tambièn se mete con los tìtulos de gànsters, con sus còdigos, y muestra los ya sabidos procederes de èstos, pero lo hace de una manera tan original y ùnica, que es allì creo donde produce su encanto.
El profeta Audiard lo hizo, y lo hizo muy bien. Aunque en esta realidad -la nuestra- no se trate de una predicciòn, sino de un verdadero talento. Una pena que se haya puesto a dirigir hace poco tiempo.
Mientras tanto, esperamos otra genialidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Audiard nos acerca la historia de Malik (extraordinario Tahar Rahim en su interpretaciòn), un muchacho de 19 años que acaba de ingresar a la càrcel. No sabemos demasiado sobre èl, ni de como llegò allì, solo que al ingresar està solo y desprotegido. Malik no sabe leer en francès (es de ascendencia àrabe, pero casi no conociò a sus padres), igual Ryad, un àrabe del que se hace amigo, lo ayudarà. No obstante, no todas son buenas para nuestro chico, ya que tiene que enfrentar todos los malos sucesos que a cualquiera le puedan suceder dentro de una prisiòn. Primero (como a todos) le quieren hacer pagar el derecho de piso. Despuès, la banda que tiene màs poder en esa seccional, los corsa, liderada por el capo mafia Cèsar Luciani, le ofrecen un negocio que no puede rechazar: matar a un moro soplòn.
Dije que no se puede resistir. Bueno, pongàmoslo asì; o hace lo que le dicen, o lo asesinan a èl.
Trata de zafar de la misiòn, pero le hacen notar que eso no le conviene. De ahì en adelante comienza su relaciòn con Luciani (Niels Arestrup, que ya en De battre mon coeur s´est arreêtè -pelìcula anterior de Audiard- habìa mostrado su enorme caràcter). Malik, con el tiempo, escala posiciones. Luego, màs valiente, se convierte en el protegido del jefe. Se gana su respeto y el de los demàs. Pero el joven emprendedor no se queda ahì, tratarà de hacer negocios por su parte, y bueno, el asunto se tiene que pudrir. Se abren nuevas tramas secundarias, nuevos conflictos, en los que se logran amistades, lealtades, traiciones y otras cosas màs.
Jacques nos regala secuencias de montaje de transiciòn (musicalizadas con canciones norteamericanas -chequeen la muy buena banda sonora-, que no suenan siempre en las pelìculas francesas), con otros momentos casi onìricos (como la maravillosa escena de la colisión con los venados, o las otras en las que hace su presencia fantasmal el hombre al que Malik le quitò la vida, y aunque no hace su representaciòn como un espectro negativo -el joven tampoco lo percibe asì-, de todos modos, a uno le produce una extrañeza mientras esta viendo el film. Y lo hace tambièn con elementos tan simples como palabras sobreimpresas en la imagen, o con gesticulaciones de nuestro hèroe -como el fragmento del asalto a la camioneta blindada- que lo muestran como en un estado de gracia.
Dije que no se puede resistir. Bueno, pongàmoslo asì; o hace lo que le dicen, o lo asesinan a èl.
Trata de zafar de la misiòn, pero le hacen notar que eso no le conviene. De ahì en adelante comienza su relaciòn con Luciani (Niels Arestrup, que ya en De battre mon coeur s´est arreêtè -pelìcula anterior de Audiard- habìa mostrado su enorme caràcter). Malik, con el tiempo, escala posiciones. Luego, màs valiente, se convierte en el protegido del jefe. Se gana su respeto y el de los demàs. Pero el joven emprendedor no se queda ahì, tratarà de hacer negocios por su parte, y bueno, el asunto se tiene que pudrir. Se abren nuevas tramas secundarias, nuevos conflictos, en los que se logran amistades, lealtades, traiciones y otras cosas màs.
Jacques nos regala secuencias de montaje de transiciòn (musicalizadas con canciones norteamericanas -chequeen la muy buena banda sonora-, que no suenan siempre en las pelìculas francesas), con otros momentos casi onìricos (como la maravillosa escena de la colisión con los venados, o las otras en las que hace su presencia fantasmal el hombre al que Malik le quitò la vida, y aunque no hace su representaciòn como un espectro negativo -el joven tampoco lo percibe asì-, de todos modos, a uno le produce una extrañeza mientras esta viendo el film. Y lo hace tambièn con elementos tan simples como palabras sobreimpresas en la imagen, o con gesticulaciones de nuestro hèroe -como el fragmento del asalto a la camioneta blindada- que lo muestran como en un estado de gracia.