Que una productora como la británica Hammer Films tratara el tema de los abusos a menores y la pederastia no extraña nada en cierto modo, ya que esta empresa estaba ya especializada, en 1960, en el cine de terror, pero por otro lado sí sorprende mucho esta película, pues se aleja completamente de la fantasía y la estilización de otras películas de la Hammer para ofrecer, de forma escueta y sucinta, y desde un punto de vista realista, anclado en la realidad social, un drama sobre un pederasta (Felix Aylmer) y sus víctimas, dos niñas que son vecinas y amigas. Como el pederasta es un hombre respetado e influyente en la comunidad, los padres de una de las niñas, que se atreven a llevar a juicio al pervertido, sufrirán, con su hija, todo tipo de presiones, y en ese sentido el film habla de cuántas maneras, o cuántas veces, se puede ser una víctima: si el pervertido es un hombre rico y poderoso, todo el mundo le creerá a él, y nadie creerá la versión de la víctima, que será doblemente víctima, al ser señalada por todos.

Es una de las películas más desconocidas del catálogo de la Hammer, y de hecho creo que no fue estrenada en cines en España, por lo que sólo se la conoce ahora por su edición en dvd. No es una obra tan valiosa como la española "El cebo" (1958), de Ladislao Vajda, que trata el mismo tema, pero plantea un tema muy escabroso y espinoso en su época (y en cualquier época) con valentía y rigor.