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Voto de Pedro Triguero_Lizana:
7
Cine negro. Drama Nick Robey, un delincuente de poca monta que convive con una madre alcohólica, se ve arrastrado a cometer un atraco que sale mal. Presa del pánico, mata a un policía y se refugia en una piscina municipal, en la que conoce a Peg, una chica a la que seduce y acompaña a casa de sus padres. Sintiéndose acorralado, decide tomarlos como rehenes. (FILMAFFINITY)
30 de marzo de 2024
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La última película del llorado John Garfield, "Yo amé a un asesino", es una buena muestra de cine negro que además se adentra en un subgénero tan norteamericano como el de la invasión del hogar, esto es, el cine en el que un personaje o varios se introducen en un hogar ajeno para hacerse fuertes en el mismo. De hecho, este film se anticipa en eso a otra mezcla de "noir" e invasión del hogar como "Horas desesperadas" (The Desperate Hours, 1955), dirigida por William Wyler pocos años después y protagonizada por un envejecido Humphrey Bogart.

La película de Berry, marcada tanto por la temprana muerte de Garfield en 1952 como por la caza de brujas de principios de los años 50, cuenta con un guión que, según Víctor Arribas en su libro "El cine negro" (publicado por Notorious Ediciones en 2010, página 346), fue escrito en buena parte por Dalton Trumbo, que no figuraba en los créditos iniciales por estar ya represaliado por la mencionada caza de brujas. Arribas comenta también en su libro, en la misma página citada, que la historia se basa en una novela publicada en 1947, y basada a su vez en hechos reales. La película sobresale por sus buenas interpretaciones, por la tensión de las situaciones presentadas y por su acusada violencia, por ejemplo en la cena en la que Nick (John Garfield) obliga a la familia a la que secuestra a comer pavo a punta de pistola.

A juzgar por el desestructurado hogar en el que el protagonista vive con su madre (Gladys George) y por el aspecto, mucho más limpio y ordenado, de la casa que toma por la fuerza, se puede decir que el verdadero anhelo del ladrón no es tanto (o no es sólo) el botín del robo sino el vivir en un hogar diferente, con una familia diferente, pues su verdadero hogar resulta pobre, odioso y desagradable, tan desagradable como su madre. Pero es tarde para cambiar: Nick se muestra violento, desconfiado, manipulador, frío. Es curioso que Garfield cargara con un papel tan duro y tan poco simpático en el último trabajo de su carrera cinematográfica, pero en cierto modo estaba anticipando a otros villanos y antihéroes del "noir" y del "neo-noir" USA de los 50 y los 60. Es de justicia destacar, por último, la banda sonora y la fotografía en blanco y negro.
Pedro Triguero_Lizana
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