FA
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Voto de Vfoul:
7
7,0
4.617
Drama
Antoine, un publicista de éxito, está casado, tiene dos hijos, vive en una bonita casa no lejos de París y sus relaciones con los vecinos son excelentes. La discreta relación que mantiene con la guapa Marion no es tan seria como para perturbar su equilibrio. Sin embargo, un buen día su vida experimenta un vuelco. Durante una reunión con un cliente importante, pierde los estribos y, de paso, el proyecto. Su socio le propone que se tome ... [+]
8 de julio de 2010
52 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jean Becker, excelente director francés, entro en mi vida con una película que a mí en particular me impactó “La fortuna de vivir” con un cine sencillo, humanista y entrañable, y más tarde con “Conversaciones con mi jardinero”, siguió manteniendo el mismo tono, con preguntas ¿Dónde se encuentra la felicidad?, ¿Cuál es el sentido de la vida?, las cuales hacia discurrir por los cauces de una mesurada dramaturgia. Y de pronto nos golpea con una película “Dejad de quererme”, en la que intenta discurrir por los mismos senderos que las anteriores, pero con un matiz que la hace diferente a las anteriores: deja que sea espectador el que dé sus propias respuestas a las preguntas antes planteadas.
Dejad de quererme, nos presenta a un hombre triunfador en la vida, que lo tiene todo, un magnífico trabajo, una excelente familia, unos estupendos amigos que se ganan la vida con el mismo nivel que nuestro protagonista, pero un determinado día quiere cambiar de forma imprevista toda su existencia actual, romper con todo lo que tiene, huir hacia otro lugar abandonándolo todo, su magnífico trabajo, sus seres queridos y rompiendo con los estupendos amigos, de la forma más dura y difícil que uno pudiera imaginar. Ya no quiere a nadie, ni quiere saber de ellos y lo más incomprensible “no quiere que le quieran”, cosa que realmente parece conseguir. A través de este posicionamiento, Becker construye un relato muy bien interpretado por sus actores y, muy especialmente por el excelente trabajo realizado por el actor francés Albert Dupontel, que da vida y credibilidad a nuestro personaje “Antoine”. Él es el único que conoce las razones y motivos de todo su comportamiento.
¿Cuál es la razón para el cambio? ¿Qué le ha sucedido? Se trata de un porqué que lo ocupa todo, la mente de sus allegados y evidentemente en la del espectador. Becker construye un espacio de progresiva violencia verbal tan sobrecogedor como logrado. La fuerza de su “Dejad de quererme “, radica fundamentalmente en esta confrontación entre los personajes. Como ya demostró en sus films anteriores sabe llevar a sus actores al punto exacto en el que lo melodramático se despoja de lo culebronesco para mostrar el rostro más humano de las emociones, y para desgranar las pequeñas miserias del hombre.
Dejad de quererme, nos presenta a un hombre triunfador en la vida, que lo tiene todo, un magnífico trabajo, una excelente familia, unos estupendos amigos que se ganan la vida con el mismo nivel que nuestro protagonista, pero un determinado día quiere cambiar de forma imprevista toda su existencia actual, romper con todo lo que tiene, huir hacia otro lugar abandonándolo todo, su magnífico trabajo, sus seres queridos y rompiendo con los estupendos amigos, de la forma más dura y difícil que uno pudiera imaginar. Ya no quiere a nadie, ni quiere saber de ellos y lo más incomprensible “no quiere que le quieran”, cosa que realmente parece conseguir. A través de este posicionamiento, Becker construye un relato muy bien interpretado por sus actores y, muy especialmente por el excelente trabajo realizado por el actor francés Albert Dupontel, que da vida y credibilidad a nuestro personaje “Antoine”. Él es el único que conoce las razones y motivos de todo su comportamiento.
¿Cuál es la razón para el cambio? ¿Qué le ha sucedido? Se trata de un porqué que lo ocupa todo, la mente de sus allegados y evidentemente en la del espectador. Becker construye un espacio de progresiva violencia verbal tan sobrecogedor como logrado. La fuerza de su “Dejad de quererme “, radica fundamentalmente en esta confrontación entre los personajes. Como ya demostró en sus films anteriores sabe llevar a sus actores al punto exacto en el que lo melodramático se despoja de lo culebronesco para mostrar el rostro más humano de las emociones, y para desgranar las pequeñas miserias del hombre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
- No hay nadie que pueda decir de antemano como reaccionaría, al conocer que el final de su vida está muy próximo, hay que tener muy presente la muerte para aceptarlo.
- El tema no es original, muchas veces ha sido llevado a las pantallas y lo seguirá siendo, si que es novedoso la forma de llevarlo a término, “Antoine” decide no contárselo a nadie cercano (hay un momento, cuando su esposa le dice que tiene una amante, que el intenta contárselo pero al ver que ella sigue en su versión, calla y sigue adelante con su decisión).
- Antoine nos demuestra que quiere a su familia, cuando de escondidas, antes de marcharse quiere verlos por última vez a través del jardín.
- El encuentro con su padre, y todas las escenas con el son excelentes, cargadas entre dramatismo y nostalgia. Al final, el director de “La fortuna de vivir” vuelve sobre un cine humanista y entrañable aunque sea dando rodeos, y donde las apariencias juegan al equívoco en una sociedad que se mira y se vende hipócritamente a la mejor imagen.
- El tema no es original, muchas veces ha sido llevado a las pantallas y lo seguirá siendo, si que es novedoso la forma de llevarlo a término, “Antoine” decide no contárselo a nadie cercano (hay un momento, cuando su esposa le dice que tiene una amante, que el intenta contárselo pero al ver que ella sigue en su versión, calla y sigue adelante con su decisión).
- Antoine nos demuestra que quiere a su familia, cuando de escondidas, antes de marcharse quiere verlos por última vez a través del jardín.
- El encuentro con su padre, y todas las escenas con el son excelentes, cargadas entre dramatismo y nostalgia. Al final, el director de “La fortuna de vivir” vuelve sobre un cine humanista y entrañable aunque sea dando rodeos, y donde las apariencias juegan al equívoco en una sociedad que se mira y se vende hipócritamente a la mejor imagen.