Media votos
5,7
Votos
8.215
Críticas
1.617
Listas
1
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de tiznao:
7
30 de mayo de 2012
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dr. Philip Ritter (Paul Henreid), un prestigioso y atareado cirujano plástico con consulta en Londres, profesional recto y de firmes principios (rechaza fuertes sumas de dinero por operaciones de dudosa eficacia a adineradas clientes, y ayuda al sistema judicial ofreciendo sus servicios a delincuentes con algún tipo de tara, para así certificar la validez de esa teoría suya sobre la reinserción automática del mismo una vez operado, que ya está dando resultados).
Operar, y tener de nuevo éxito con sus teorías, a Lily Conover (Lizabeth Scott), criminal reincidente desde que quedo desfigurada debido a ser herida durante un bombardeo durante la reciente WW II, es el nuevo reto propuesto por un agradecido responsable de instituciones penitenciarias, y aceptado por el buen doctor, tras dejar en una entrevista a la desfigurada criminal bastante ilusionada con la posibilidad de tener una familia y abandonar su carrera delictiva, una vez arreglada su cara.
Debido a su ajetreado ritmo de vida que está a punto de provocarle un accidente automovilístico, el doctor se ve obligado a tomarse unas vacaciones urgentes en una posada de la campiña inglesa, lugar donde conoce a Alice Brent (de nuevo Lizabeth Scott en doble papel) la atractiva concertista internacional de piano vecina de habitación, se enamora de ella, y al final de esa semana de vacaciones que habían compartido la propone casarse, ella muda la expresión al oír la propuesta y se va del hotel a la mañana siguiente sin despedirse siquiera del apesadumbrado galán.
Sigue en spoiler por falta de espacio:
Operar, y tener de nuevo éxito con sus teorías, a Lily Conover (Lizabeth Scott), criminal reincidente desde que quedo desfigurada debido a ser herida durante un bombardeo durante la reciente WW II, es el nuevo reto propuesto por un agradecido responsable de instituciones penitenciarias, y aceptado por el buen doctor, tras dejar en una entrevista a la desfigurada criminal bastante ilusionada con la posibilidad de tener una familia y abandonar su carrera delictiva, una vez arreglada su cara.
Debido a su ajetreado ritmo de vida que está a punto de provocarle un accidente automovilístico, el doctor se ve obligado a tomarse unas vacaciones urgentes en una posada de la campiña inglesa, lugar donde conoce a Alice Brent (de nuevo Lizabeth Scott en doble papel) la atractiva concertista internacional de piano vecina de habitación, se enamora de ella, y al final de esa semana de vacaciones que habían compartido la propone casarse, ella muda la expresión al oír la propuesta y se va del hotel a la mañana siguiente sin despedirse siquiera del apesadumbrado galán.
Sigue en spoiler por falta de espacio:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
De cómo se toma el doctor ese desengaño amoroso, de las circunstancias que suceden debido a ese matrimonio en el que se ha embarcado con la paciente luciendo la cara que ha elegido para ella, y de el cariz que toman los acontecimientos cuando la pianista para su sorpresa se vuelve a poner a tiro, trata esta función Hammer (en asociación con Lippert Films) dirigida por el hábil artesano a día de hoy director de culto, Terence Fisher, en la que partiendo de una novela de inequívoco aroma pulp escrita por Alexander Paal (también coguionista de la entretenida Hammer movie, "Countess Dracula 1971") y Steven Vas, y con guión de los todoterreno Martin Berkeley y Richard H. Landau, tenemos un entretenido y divertido dislate menor, en el que ese medio camino entre cine negro y delirio pulp tomado por la historia, lo corto de su metraje (71 minutos), el volver a disfrutar de Paul Henreid en otro papel con identidades equivocas de por medio tras aquella joyita dirigida por Steve Sekely llamada "La cicatriz 1948", algún que otro acertado detalle humorístico (con antiguo entorno y comportamiento de la operada Lily que flaco favor hace a las teorías redentoras del doctor), y un pasable final de la trama (aunque apresurado y probablemente mejorable desde el punto de vista bizarro/pulp), la convierten en una entretenida función que supongo hará disfrutar al aficionado a la desinhibida y atrevida en cuanto a argumentos, buena y modesta serie B de toda la vida.
Por último, señalar como curiosidad la semejanza en cuanto a esa premisa sobre reinserción social de criminales desfigurados, con el posterior delirio hispano con Fernando Rey como buen doctor, "La cara del terror 1962", y hasta con la también producción Hammer/Fisher llamada "Frankenstein creó a la mujer 1967".
Por último, señalar como curiosidad la semejanza en cuanto a esa premisa sobre reinserción social de criminales desfigurados, con el posterior delirio hispano con Fernando Rey como buen doctor, "La cara del terror 1962", y hasta con la también producción Hammer/Fisher llamada "Frankenstein creó a la mujer 1967".