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España España · Castellón de la Plana
Voto de mnemea:
8
Romance. Drama Jesse y Celine se conocieron en un tren y pasaron juntos una noche inolvidable paseando por Viena. Aunque prometieron encontrarse de nuevo seis meses más tarde, esa cita nunca llegó a producirse. Nueve años después, se vuelven a ver, pero esta vez en París. Jesse, que está de gira promocionando una novela, la ve en la librería donde está firmando ejemplares. Ella vive desde hace tiempo en París; él, en Nueva York. Jesse inmediatamente ... [+]
11 de noviembre de 2009
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lugares comunes, días antes, años en realidad, todos esos espacios se llenaron con dos desconocidos, plenos de ilusión, promesas y una vida por delante que afrontar. Un tren separó su presencia y una duda se cierne sobre su pasado. Un eterno enamorado mantendrá la esperanza y deseará que ese tren marcara un rumbo de vuelta, se unieran de nuevo. Un escéptico creerá tener la razón al imaginar que los dos, jóvenes incautos se olvidaron el uno del otro, porque la vida sigue, y un fugaz encuentro no es del todo significativo.

Pero poco a poco van apareciendo personas en ese escenario, París, porque los eternos enamorados son escépticos y siempre como excepción la esperanza enamora.

No hubo encuentro. No hubo olvido. Un libro ha dado forma a la ficción más realista, aquel eterno día tiene un relato que lo confirma, el autor, el americano, el protagonista. Lo presenta en el hogar, donde ella habita. Ella va a su librería favorita, donde él espera lo inimaginable.

Existen los reencuentros. El tiempo es infinito por mucho que se divida en segundos minutos y horas. Se para incomprensiblemente cuando lo compartes con esa persona con la que la privacidad se convierte en cómplice, no importa el espacio y el tiempo que separen esas palabras, siempre existirá algo, por pequeño e insignificante que pueda parecer, que haga de estas dos personas un puente de armonía. Pase lo que pase, siempre parecerá que fue ayer cuando se sonrieron mutuamente al finalizar una eterna conversación sobre gotas que recorren paredes. Ellos reflejan esa sensación hablando sin parar, riendo de lo que fue, lo que pudo haber sido, lo que siempre será.

La inocencia pasó de largo por sus vidas, pero la esencia siempre se mantiene en un mismo lugar, y no importa que haya quedado escondida bajo mil llaves, ahí sigue y se redescubre. Nuestras pupilas brillan todos los días para confirmar nuestra presencia y nos distinguen entre millares de pupilas negras. Eso lo confirman sus miradas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
mnemea
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