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España España · Castellón
Voto de jucaro:
10
Romance. Drama. Aventuras Jack (DiCaprio), un joven artista, gana en una partida de cartas un pasaje para viajar a América en el Titanic, el transatlántico más grande y seguro jamás construido. A bordo conoce a Rose (Kate Winslet), una joven de una buena familia venida a menos que va a contraer un matrimonio de conveniencia con Cal (Billy Zane), un millonario engreído a quien sólo interesa el prestigioso apellido de su prometida. Jack y Rose se enamoran, pero el ... [+]
31 de agosto de 2014
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cómo reseñar Titanic? Hace tiempo que dije que tras tantos años sin verla no pensaba reseñar una película tan importante sin acordarme bien de las impresiones que me causó. Pero hace algunos años, me propusieron ir a verla al cine (con motivo del re-lanzamiento en 3D) y pensé que había llegado el momento de hacerlo.

En un principio (por la misma distancia desde el último visionado completo), estaba algo asustado de que se me cayera el mito. Titanic ha sido siempre mi película favorita y he llorado todas y cada una de las veces que la he visto. Por eso, intenté mentalizarme con la idea de que por decepcionante que me pudiera resultar, lo mejor llegaría al final. Sin dudas, puse las expectativas tan bajas como pude... y la sorpresa fue MAYÚSCULA.

No solo volví a llorar con la cinta, sino que me (re)enamoré de ella. Antes de llegar a su trágico final, ya era capaz de enumerar una buena lista de escenas que hacían de la película de James Cameron una obra maestra, una joya del cine más contemporáneo.

Jugando hábilmente con la nostalgia, cada elemento de Titanic hace de ella algo sobrecogedor; primeramente las interpretaciones de sus protagonistas. Kate y Leo, Rose y Jack. Su química es increíblemente palpable. Su historia de amor, inmortal. ¿Quién no ha oído aquello de "los dos cogían en la tabla" (que no cogían porque por mucho espacio que hubiera no aguantaba el peso de los dos)? Bromas a parte, la mítica muerte de Jack en las frías aguas del océano atlántico hizo de su historia de amor con Rose una leyenda, la culminación a más de tres horas de romanticismo puro y duro que, increíblemente, nunca llega a ser empalagoso. Incluso en las escenas más sensuales, la cinta logra transmitir la misma armonía y belleza; no estamos ante un tórrido romance a escondidas y con un amante, sino ante una historia amor sincero y frágil, donde cobra vida la delicadeza de una pareja que enamora, incluso cuando son todavía amigos (dejando de lado el drama final; no me digáis que no os enamoran! Incluso cuando solo se divierten antes de comenzar con el romance... son magnéticos, pura química y un delicioso juego entre la inocencia y la rebeldía más auténtica).

Partiendo de ésta base, y viendo el desarrollo de la historia (clásico romance imposible entre clases), un final feliz hubiese sellado una bonita historia. Pero entonces Titanic, no sería Titanic. Nos encontramos una vez más con la estupidez y vanidad del hombre que se cree todopoderoso y recordamos sin poder evitarlo la cantidad de errores que se cometieron; el transatlántico nunca llegó a su destino. El frío agua de un 14 de diciembre comienza a llenar las compuertas y la promesa de reencuentro entre los dos amantes, se ve interrumpida en medio de un beso, para atraparnos con la desesperación más absoluta; el Titanic se hunde.

Siendo uno de los instantes en que el frenético ritmo de la película se hace más escalofriante, la grandeza de los efectos especiales utilizados en la cinta marcó un hito en la historia del cine; casi una hora de carreras, tiros y mucho, mucho agua, que culminaron en la imagen de la popa del barco siendo engullida vertiginosamente por el océano.

Tras unos asfixiantes segundos, ambos amantes llegan a la mítica tabla de madera, donde su amor se hará leyenda. "It's getting quiet" pronuncia Rose justo antes de que Jack, tal vez sin saberlo, pronuncie sus últimas palabras a modo de despedida... La calma se apodera de las aguas mientras ella canta (Come Josephine...). Una luz le acaricia la cara; por fin llega la ayuda, pero pronto descubre entre sollozos que ha sido demasiado tarde... Jack muere de hipotermia.

Si es la primera vez que ves la cinta, olvídate de conservar el paquete de kleenex que te habías traído. Si repites, es el momento de que la vertiginosa cinta llegue a las orillas del final. Una anciana Rose, que ha ido contando la historia (y en cuyos ojos nunca he sido capaz de ver a Winslet), lanza al lugar donde pertenece su último recuerdo del fatal accidente y se queda dormida mientras las fotos que se acumulan en su mesita de noche, nos muestran la vida que tubo después de abandonar la asfixiante clase alta. Vida, inspirada por Jack. Mientras nos introducimos en su océano de recuerdos, un último sueño culmina una de las mejores películas de la historia; Jack y Rose se besan (talvez casándose) bajo el aplauso de todos aquellos que perecieron en el mar.

Sin dudas no hay forma más complicada de ponerse a prueba como cinéfilo, que intentando reseñar una experiencia que le remueve tantos sentimientos, por eso he intentado hacer una crítica tan personal como he podido.
jucaro
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