Sorprendente retrato costumbrista de una Irlanda tradicional además de ser una película entrañable y calurosa en medio de esos cielos tan nublados de una Irlanda conservadora.
Título que estaba reservando para poder sentarme solo y tranquilo en casa para saborear esta “tranquila” película.
Quizás uno de los títulos más conocidos de este gran director pero en este caso deja atrás el cine Western para mezclar dos culturas, la tradicional de Irlanda y las nuevas costumbres de un nuevo país como es el americano y compararlas y poder sacar de esta mezcla una serie de valores humanos por encima de cualquier tradición o modernidad que la humanidad puede sufrir.
En la sencillez de la historia y de sus personajes hay que saber leer un gran mensaje como es el valor de la vida humana por encima de las tradiciones y del valor material de las cosas.
Un hombre llega a su tierra natal después de haber vivido y criarse en Estados Unidos, llega para descansar y encontrarse consigo mismo y disfrutar de la belleza de las cosas simples como es una campo y una casa y poder disfrutar de las cosas simples del pueblo y de sus gentes, en esta sencillez conoce a una mujer de la cual se enamora pero para poder casarse con ella ha de pasar un cientos de tradiciones que cualquier ciudadano del pueblo ha de pasar.

Digamos que este es el resumen de esta sencilla y gran película pero acogedora desde la primera escena y todo ellos gracias a unos cuadros tradicionales de la Irlanda más profunda.
Se combinan los paisajes reales con fondos pintados y consiguiendo a su vez unos retratos paisajísticos que serán el entorno de estos personajes tan queridos y apreciados al final de la película, a ello se le suma una preciosa banda sonora y una dirección formidable donde a uno se le pasan dos horas sin darse cuenta.
Hay ciertos momentos donde las escenas parecen ser auténticos cuadros costumbristas, caprichos de Goya a la irlandesa y como he dicho antes son escenas donde la música ayuda a conseguir momentos entrañables.
Historia sencilla y personajes sencillos ayudan a conseguir una película profunda y humana.