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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
8
Drama. Comedia. Intriga Estado de Nueva York, años setenta. Irving Rosenfeld (Christian Bale), un brillante estafador, y su inteligente y seductora compañera Sydney Prosser (Amy Adams) se ven obligados a trabajar para un tempestuoso agente del FBI, Richie DiMaso (Bradley Cooper), que sin querer los arrastra al peligroso mundo de la política y la mafia de Nueva Jersey. (FILMAFFINITY)
8 de marzo de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se podría decir que David O. Russell es un realizador muy oportuno, en el sentido en que desde hace un par de años, cada vez que se acercan los premios hay una película suya entre las nominadas. También se podría decir que es un realizador que sabe hacer películas que contentan a sectores muy amplios de crítica y público. Y posiblemente sin negar lo anterior, también se podría decir que sin agarrarse a un género concreto, ha realizado buenas películas.

Tras "El lado bueno de las cosas", Russell se ha querido inspirar en un hecho real, sucedido entre finales de los 70 y principios de los 80, para explicarnos la historia de dos estafadores Irving Rosenfeld (Christian Bale) y Sidney Prosser (Amy Adams), que son obligados por un ambicioso agente del FBI, Richie DiMaso (interpretado por Bradley Cooper), a cazar a otros estafadores mayores. Sin embargo la cosa se desmadrará y acabará salpicando a políticos importantes. Al realizador, también firmante del guión junto con Eric Warren Singer, no le interesa tanto la trama de la corrupción política como el juego de relaciones que se establece entre los protagonista y entre los secundarios. Por un lado Irving está casado con Rosalyn (Jennifer Lawrence) quien además tiene un hijo que no es suyo, y mantiene una aventura con Sidney, la cual se trunca cuando está conoce a Richie. Por otro lado, de resultas del acercamiento de Irving al alcalde Carmine Polito (Jeremy Renner) y a otros círculos mafiosos que flirtean con el poder, Rosalyn se acabará liando con un miembro de la mafia.

Al margen de una excelente ambientación de los años 80, y un buen guión, que además cuentan con varios narradores "en off" que intervienen según la situación, Russell se encomienda a un reparto en el que todos saben sacar partido de sus personajes. Se habla mucho de la transformación de Christian Bale en un tipo más bien orondo, con incipiente calvicie pero que pese a todo es capaz de camelarse a cualquiera. Sin embargo, por encima de él destaca una excelente Amy Adams a quien David O. Russell sabe sacarle todo el partido con un personaje que bascula entre Irving y Richie, aunque la que consigue acaparar la atención cada vez que aparece es Jennifer Lawrence, una verdadera roba escenas cuya presencia ante las cámaras no pasa desapercibida pese a su papel secundario. Tampoco lo hace Jeremy Renner en una buena composición ni Louis C.K. Russell no descuida a los secundarios de su historia y estos se lo devuelven con excelentes interpretaciones, incluso consigue un breve cameo de Robert De Niro. Quizás el que sale más baqueteado es Bradley Cooper con un papel un tanto ingrato de ambicioso advenedizo que cada vez quiere picar más alto. Sin dejar de reconocer que está correcto, lo cierto es que el resto del reparto le supera con creces.

David O. Russell recrea de forma excelente la historia, consiguiendo mantener el difícil equilibrio entre la comedia y el "thriller", haciendo creible lo que cuenta, no tanto por el rótulo de "inspirado en hechos reales" como por la puesta en escena, la música y las interpretaciones. El realizador no esconde la influencia de Scorsese, la aparición de Robert De Niro le delata, pero además, las primeras imágenes nos retrotraen a uno de sus films más conocidos. Realmente la historia que nos cuenta Russell podría ser complementaria a algunas de las historias que narró Scorsese en los 80, ya la estética es bastante similar, sin llegar al plagio. El esfuerzo de muchos de sus personajes por ocultar sus defectos (calvicie, pelo crespado, etc), nos da una pista sobre el juego de apariencias en el que pretende introducirnos el realizador. Al final resulta que ni todos los políticos son corruptos, ni todos los policías totalmente honrados ni todos los estafadores carecen de principios. De hecho, y de forma paradójica, son precisamente los que de entrada podemos considerar más falsos los que acaban siendo los más creíbles. Es más, se acaba corrompiendo a personas que en realidad no eran corruptas, mostrando cierta tendencia paranóica de la sociedad norteamericana, aunque sólo queda de forma reminiscente. Quizás hay tanta variedad de matices que resulta complicado introducirse de pleno en la historia, sobre todo cuando la trama de capturar a otros estafadores acaba siendo lo menos importante de la película.
manulynk
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